Lactancia materna

Un poco de paciencia, planificación y firmeza en las actividades son pilares de una lactancia exitosa, así que repasemos algunos consejos prácticos para aligerar la carga ¿listas? ¡Aquí vamos!

Amamantar es un proceso natural, pero eso no quiere decir que sea sencillo para todas las mujeres. Pocas mamás logran hacerlo enseguida del nacimiento de sus bebés y muchas otras lo realizan meses después. Estos tips harán que te vuelvas una experta lactando.

Crea un espacio cómodo para amamantar

Es importantísimo que logres crear un ambiente relajado y cómodo; una silla mecedora, un puff, sillón o lo que mejor te acomode para permanecer en una posición que no te genere adormecimiento o alguna molestia. Puedes colocar a la mano agua, almohadillas para amamantar y quitar distracciones para disfrutar el momento.

No te angusties de más ante ciertas situaciones

Si tu pezón se lastima, si tu bebé no está aumentando de peso, si notas alguna anomalía en tu cuerpo o en tu leche… cualquiera irregularidad que te quite la paz mental es mejor consultarla con tu médico y ahorrarte las horas de angustia y dolor.

No te olvides de sus pies, apóyalos en algo

Los bebés parecen amamantar mejor cuando tienen un punto de apoyo, puedes utilizar una almohada, tu brazo o la misma silla donde estés llevando a cabo el proceso.

Evita que te muerda

Procura no empujar su cabecita hacia atrás, pues esto solamente va a provocar que se active el instinto de morder y resistirse, cuando ocurra accidentalmente sostén la nuca y pégalo a tu pecho con delicadeza.

No te obsesiones con el tiempo de lactancia

Me ha tocado ver mamás que se ponen un cronómetro para medir si su peque está 10 minutos en un seno y 10 en el otro. Los bebés pueden pegarse al pecho durante un buen rato y retirar su boquita por sí mismos; en ese momento puedes ofrecerle el segundo pecho. Es normal que haga una toma o, a veces, dos.

Evita los chupones al principio

Un chupón solo podría suprimir el hambre de tu hijo y le podría quitar tiempo al pecho, además, desperdiciarías leche.

Relájate y despeja la mente, la lactancia no es todo

Puedes ofrecer biberón a las 4 o 6 semanas, sobre todo si está en tus posibilidades tener a alguien que te ayude con las tareas del hogar, así puedes aprovechar para salir y despejarte un poco.

La báscula no es tu bebé

No te centres en el peso de tu bebé. Observa su crecimiento lineal, la circunferencia de su cabeza, qué tan despierto está y el mismo peso al cargarlo podrá darte un buen estándar de su bienestar. Esto combinado con las constantes revisiones de su pediatra te garantiza sin ningún problema un progreso positivo.

Procura mantener un ritmo y cantidad con la leche materna

Tu bebé aunque no lo creas cuando tienen 6 meses logran establecer la cantidad de leche que necesitan, así que eso lo irás midiendo con el paso del tiempo, a pesar de que muchos doctores y mamás tradicionalistas aplican las fórmulas de cantidad. No te presiones, todo es cuestión de mantener un suministro.

Recuerda que tú también eres parte del ritual de lactancia

Si no vas a estar con el teléfono o leyendo puedes buscar algún podcast especializado en la materia o música relajante.

Nadie nace experta en ninguna actividad, ser mamá representa mucho trabajo y acumulación de experiencia. No te presiones, no corras, no te asustes, vas a aprender mucho y el día de mañana serás tú quien tienda la mano.

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