La lactancia materna es, sin duda alguna, uno de los métodos de alimentación más beneficiosos para los bebés, y algo que puede repercutir de manera muy beneficiosa en el desarrollo. La lactancia cuenta con muchas propiedades desde la primera gota, llamada calostro.
¿Qué es el calostro?
En términos muy técnicos podemos decir que “El calostro es un líquido muy denso, de color amarillento, cuyo volumen, en esos primeros días, es de 2-20 ml por toma.”
Es decir, el calostro es, básicamente, la antesala de la leche materna, ese líquido que sale durante el embarazo y los primeros días después del parto.
Si bien, la leche materna es algo que va a ayudar a tu bebé, hay algo muy especial en el calostro, incluso muchas personas pueden llegar a definirlo como “oro líquido”.
El sabor de este líquido es diferente al de la leche materna ya que, al contener una gran densidad de sodio hace que este sea un tanto salado e incluso con un sabor parecido al de líquido amniótico, un sabor al que está muy acostumbrado tu bebé, por lo que es bastante sencillo para ellos comer y que puede ayudar a que tengas un lactancia exitosa.
¿Cuáles son sus beneficios?
Entre los muchos beneficios que tiene el calostro para tu bebé es que contienen gran cantidad de anticuerpos, los cuales lo van a proteger de muchas infecciones a las que pueden estar expuestos, además de ser rico en vitamina A e incluso tener un efecto laxante, lo que lo va a ayudar a expulsar más fácilmente el meconio, además de ser un líquido muy fácil de digerir.
Para que te des una idea de lo beneficioso que es el calostro, aquí hay una tabla comparativa entre este y la leche materna.
Fuente: https://www.forobebe.com/
Si estás en posibilidad de amamantar a tu bebé en sus primeros días de vida, debes tener la seguridad de que estás haciendo lo mejor por él.
Fuente: https://portal.guiasalud.es/