Mastitis

La mastitis o inflamación de la mama es una complicación muy común durante la lactancia. Aproximadamente una de cada cuatro mujeres que amamanta sufrirá este padecimiento en algún momento. Aquí te contamos más sobre, ¿qué es la mastitis y cómo prevenirla?

¿Qué es la mastitis?

La mastitis es una afección que afecta los senos y hace que se hinchen, duelan y se congestionen. La condición es más común en mujeres que están amamantando, pero también puede ocurrir en mujeres que no están amamantando. Si no se trata, puede convertirse en una infección grave.

Este padecimiento se produce cuando un conducto de leche se tapa y se produce una acumulación de leche en la mama. Esto puede ocurrir debido a un pezón agrietado o porque el bebé no está mamando correctamente. Esta también puede ser causada por una infección bacteriana. Las bacterias pueden entrar en la mama a través de un conducto de leche tapado o por una herida en el pezón. Los síntomas de la mastitis incluyen dolor y sensibilidad en una mama, hinchazón, enrojecimiento y calor en la mama, y fiebre. Si sospecha que tiene mastitis, debe ponerse en contacto con su médico de inmediato. El tratamiento de la mastitis suele incluir el uso de antibióticos. 

Generalmente es causada por un bloqueo en los conductos lácteos, que puede ser causado por varias cosas, que incluyen:

– Drenaje inadecuado de las mamas

– Una acumulación de leche en los senos

– Infección bacteriana

– Trauma en el seno

Los síntomas incluyen:

– Dolor en los senos

– Hinchazón de los senos

– Enrojecimiento de los senos

– Calor en los senos

– Ingurgitación

– Secreción del pezón

– Fiebre

– Síntomas similares a la gripe


Si estás amamantando y desarrollas mastitis, es importante continuar amamantando. La lactancia materna ayudará a eliminar el bloqueo y también ayudará a prevenir la propagación de la infección. Si no estás amamantando, debes extraerse leche del seno afectado para aliviar el dolor y la congestión. También puedes tomar analgésicos para ayudar a aliviar el dolor. Ante cualquier duda, no olvides consultar a tu médico.

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