El vínculo entre papá e hija suele ser uno de los más importantes y especiales, pues marca, entre muchas otras cosas, la forma de relacionarse con el mundo, consigo misma y con sus semejantes. 

Si eres papá y te interesa fortalecer tu relación con tu pequeña o eres mamá y buscas que tu pareja pase tiempo de calidad con su hija, estas actividades pueden ser una gran referencia. 

1. Enséñale actividades que la hagan independiente y fuerte

Criar a una niña que se sienta autosuficiente, valiente, fuerte y segura requiere tiempo y dedicación, por ello, enseñarle a andar en bicicleta, patines o nadar, podrá brindarle estos valores y muchas más habilidades. 
Al tomarte el tiempo de enseñarle este tipo de actividades, le inculcas el valor de la determinación, dedicación, perseverancia y autoconfianza.

2. Camina de la mano con ella

Si quieres hacerla sentir segura y protegida, tómala de la mano, así sabrá que te tiene a ti para darle soporte. Aunque esta muestra de afecto puede parecer sencilla, la hará sentir confianza cuando cruza la calle, camina o juega.

3. Dile frases que aumenten su autoestima

No esperes una ocasión especial para decirle lo mucho que la quieres, lo inteligente y capaz que es, o lo bien que luce. Existen muchísimas frases que puedes decirle a tu pequeña con la intención de hacer que crezca y consolide su amor propio. También considera tener una comunicación franca y directa con temas que pueden ser de su interés o le causen curiosidad.

4. Pasen tiempo de calidad juntos

Ya sea que tengas una o varias hijas, pasar un tiempo solo con ella te permitirá darle momentos de mayor calidad, ya que podrás escucharla con atención, platicar, jugar, resolver sus dudas e iniciar una comunicación efectiva. Considera hacer esta actividad, mínimo, una vez cada quince días para que tengan tiempo juntos.

5. Hagan cosas divertidas

Qué maravilla que seas tú quien le enseñe a bailar o con el primero que vaya a un concierto masivo. Actividades como esta, donde pueden reír, les ayudará a que ambos se relajen y diviertan mucho. Pueden incluso dedicar un día a hacer juntos las tareas del hogar para enseñarle el valor de la responsabilidad compartida, sin que deje de ser divertido.