Cuando vemos a nuestros bebés balbucear y “platicar en su idioma”, nos preguntamos qué querrán decir y qué tanto entienden de lo que nosotros les decimos. Pero de eso a hablarles como si fueras bebé hay mucha diferencia.

Damos por hecho que al ser tan chiquitos, no logran entendernos y tendemos a hablarles en un tono “chiqueado” con diminutivos, alargando las palabras, en un tono más dulce de lo normal.

Hablarles como a un adulto suena muy agresivo ¿no? pero, ¿y si afectamos su desarrollo al tratarlos con tanta condescendencia?

Los confundimos más

La revista Psychological Science publicó una investigación realizada a 22 madres japonesas. El estudio consistió en grabarlas mientras hablaban con un niño y después, hablando con un adulto. Los resultados sorprendieron a los investigadores, quienes pensaban que al exagerar la modulación de voz y pronunciación de palabras, el lenguaje de las mamás al hablar con sus hijos sería más claro, resultando al revés.

Con base en esto, los investigadores señalaron que hablarle a tu hijo con un tono cantadito, lento y usando palabras inventadas, no es bueno para su desarrollo del lenguaje, se confunden más. En realidad lo único que necesitan es que les hables claro, sin exagerar la gesticulación.

Pero aprende más vocabulario si le hablo lento

Katherine White es profesora de psicología del desarrollo. Estudia las primeras etapas de la lengua en el Laboratorio de Desarrollo Infantil y Lengua en la Universidad de Waterloo, en Ontario. Ella opina que al pronunciar lentamente cada vocal y consonante, ayudamos al niño a diferenciarlas. Con base en esto, la profesora señala que ayudamos al niño a conocer nuevas palabras, llegando a tener un vocabulario más amplio, que el que tiene un pequeño al que no le hablan con esta técnica.

Hay una edad límite

Pese a que la opinión de los expertos se divide, hay un punto en el que todos coinciden. En niños de más de tres años de edad, hablarles con errores fonéticos y/o gramaticales, es negativo. Los niños imitan y al expresarnos mal, ellos lo toman como lo correcto, llegando a interferir en sus bases lingüísticas, lo cual puede provocar un problema más severo en su desarrollo del lenguaje.

¿Ustedes qué opinan? ¿Qué tan cantadito le hablan a sus peques?

 

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