Sabemos perfecto que comer sano es básico para cuidar nuestra salud y para llevar una buena vida, pero, ¿cómo lograr una alimentación saludable en niños? Si has batallado mucho para lograr que tus hijos adopten buenos hábitos en cuanto a la comida, checa estas recomendaciones que comparte la Unicef:
¿Cómo lograr una alimentación saludable en niños?
Típico que tenemos a nuestros hijos en la mesa por horas, esperando que quieran comer, o que coman esos alimentos saludables, y es que como adultos comprendemos la importancia de comer bien, pero para los niños es más complicado.
Si estás pasando por este reto, tranquila, enseñar a tus hijos a tener buenos hábitos, no tiene por qué ser un martirio. Sigue estos tips que comparte la Unicef para hacer este proceso más amigable.
- Fomenta hábitos saludables a partir del ejemplo. Adopta una vida en balance, con ejercicio, comiendo sano, incluso puedes involucrar a tus peques en la compra de los alimentos y en la preparación de los mismos. Recuerda que tus hij@s observan todo lo que haces.
- Ayuda a que tus hij@s mantengan una relación sana con la comida. No prohibas ningún alimento, no utilices la comida a modo de premio o castigo, limita el consumo de alimentos poco saludables en lugar de quitarlos por completo.
- Olvídate del “¡No te levantas de la mesa hasta que te termines toda la comida! Esto puede provocar que tu hij@ genere aversión a ciertos alimentos y a que confunda la importancia de comer saludable con comer mucho.
Si te cuesta trabajo que tu peque coma más verduras, procura combinarlas con alimentos que le gusten más.
Tips para crear hábitos y rutinas en niños
- Más vale calidad que cantidad. En lugar de motivar a que tu hij@ coma más, fomenta que coma en porciones correctas los alimentos saludables. Los niños tienen una capacidad innata para adaptar su alimentación a sus necesidades energéticas.
- Haz del ejercicio una actividad divertida que sea parte de us rutina. También es importante animar a tu hijo a limitar el tiempo de inactividad frente a una pantalla (la OMS recomienda un máximo de una hora al día para los niños de 2 a 4 años) y favorecer los juegos que les obliguen a moverse.
- Trata de recompensar el buen comportamiento sin usar la comida: en lugar de ello, organiza una actividad familiar divertida, por ejemplo.
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