Bebé alimentación

Introducir nuevos alimentos y sabores forma parte del crecimiento de nuestros hijos, pero ¿qué hacer cuando no quieren la comida? Aquí te decimos qué puedes hacer si tu hijo es melindroso.

La hora de la comida no tiene por qué ser un dolor de cabeza, estos tips te pueden ayudar a que sea más fácil cada vez.

Varía sus alimentos todos los días
Si ya identificaste cuáles son sus alimentos favoritos intenta introducir los nuevos mezclándolos con su comida preferida. Busca camuflar las que cuesten más trabajo de manera creativa, por ejemplo, incluye verduras en sus licuados, espinaca en la mezcla de hotcakes y diles que son de Hulk, ¡échale imaginación! Tienes muchas opciones.

Elimina los tentempiés
Reduce poco a poco esos bocadillos que tu pequeño ingiere entre comidas, sobre todo si son alimentos cero saludables o que contengan demasiada azúcar, grasa o calorías. Si ves que son necesarios, busca snacks saludables, como bolitas de crema de cacahuate (sin azúcar, claro) con avena, almendras recubiertas de chocolate (si tu peque ya está en edad de consumirlas).

Habla con ellos acerca de los beneficios de cada grupo de alimentos
Sabemos que todo mundo nos dice que la dieta de nuestros hijos debe ser balanceada y variada, que debe incluir ciertos grupos de alimentos y es real, pero muchas veces los pequeños no alcanzan a percibirlo. Puedes contarles para qué les va a servir comer betabel, por ejemplo. Considera también que le estás haciendo un favor a largo plazo porque si desde pequeños no les brindamos variedad de alimentos, cuando crezcan difícilmente aceptarán nuevo sabores y consistencias en general.

Hazlo poco a poco

¿Te acuerdas de cómo lo introdujiste a sus primeros sabores? Es un recurso que sin duda podría serte de gran ayuda. Jugar con las texturas de manera cautelosa será un gran soporte para la inclusión de más variedad.

Sé su ejemplo

Recuerda que muchas de las cosas que hacen nuestros hijos es por imitación, si ellos no nos ven consumiendo frutas, verduras y otros alimentos es probable que muestren cierto rechazo.

No caigas en la frustración, siempre habrá una forma de lograr el objetivo, si bien también como adultos no comemos de todo, los pequeños están en un gran momento para mantener una alimentación completa, no aflojes el paso. También puedes acudir con un especialista nutriólogo o métodos de alimentación complementaria.

Vamos, mamá. ¡Claro que sí se puede!