cómo lograr que tus hijos te obedezcan

¿Te suena la famosa frase “Porque lo mando yo”? Pues aunque suene a algo pasado de moda, la verdad es que muchas mamás la siguen usando porque creen que es efectivo amenazar o imponer autoridad de esta forma. Y es que si lo piensas bien, sí funciona, pero conforme pasa el tiempo, la huella que deja en tus hijos es que tú vales más y que tus palabras valen más que aquello que ellos sientan y… ¿crees que eso está bien? Mira cómo lograr que tus hijos te obedezcan:

Si quieres que tus hijos crezcan pensando que cualquier autoridad es más importante que ellos, pues ¡felicidades! vas por buen camino. Lamentablemente esto les traerá varios problemas de autoestima que tendrán que sanar con terapia y uno que otro reclamo para ti. 

Tips para lograrque tus hijos te obedezcan

Para lograr que tus hijos te obedezcan, sin miedo y estableciendo respeto para ti y para ellos, la conferenciante Amaya de Miguel, autora del libro “Relájate y educa. Soluciones eficaces para los conflictos cotidianos”, explica que para lograrlo es mejor seguir estas recomendaciones:

Cómo decir NO y poner límites a tus hijos adolescentes

  1. Conviértete en un líder cariñoso
  2. Fortalece el vínculo con ellos a través del respeto, comprende que tus peques también tienen sus tiempos y necesidades.
  3. Encuentra tu melodía para comunicarte: ya sean canciones, juegos, hacer el payaso o los cuentos, son instrumentos muy eficaces y que, además, generan un vínculo fuerte entre los involucrados.
  4. Recuerda que tus hijos no tienen un problema, porque cuando no te obedecen, te enojas y explotas y piensas que hay algo malo y lo conviertes en un problema, lo que tienen es una dificultad y tu trabajo es ayudarlos a manejar la emoción que están sintiendo. 
  5. Cuando te des cuenta que tu hijo tiene una dificultad y que tu misión como educador es ayudarlo a manejarla; apagarás el interruptor que te hace explotar y encontrarás la forma de ayudarlo a resolverlo. 

Ejemplo:

Cuando no recoge su ropa del piso, en vez de gritarle y hacerlo sentir un “bueno para nada” porque no hace lo que le pides en el momento que tú quieres. Amaya te dice, mejor canta, no le grites. Invéntate una canción o una rima con la indicación y verás que en vez de molestarse, terminará riendo, no se sentirá ofendido y al final terminará obedeciendo… quizás con la intención de que dejes de cantar. 

No importa la forma, siempre y cuando te comuniques a través del respeto y no lo hagas sentir un problema. Atrévete a hacer las cosas diferentes y consigue resultados diferentes. Gánate el respeto, pero no con miedo.

También te puede interesar: ¿Qué hago si mis hijos pelean mucho?