Uñas mordidas

Si tu hijo tiene entre los 3 y 6 años y está presentando onicofagia o la manía de comerse o morderse las uñas seguramente ya estás desesperada porque no sabes ni a qué se debe, ni cómo pararlo. Tranquila, te vamos a decir cómo solucionarlo y cómo ayudar a tu hijo que se muerde las uñas ya deje de hacerlo.

Dicha manía puede provocar daños y deformación en los dedos, en los dientes y ¡claro! en las uñas; sin embargo, también puede acarrear infecciones que pongan en riesgo su salud ya que seguramente están ingiriendo microorganismos nocivos que pueden crear problemas de salud bucales e incluso de estómago y otros.

Ahora bien, lo más importante es que muchas veces este tipo de acciones son la representación de ansiedad o estrés que puede estar viviendo una persona. De igual forma puede ser el estarse chupando los dedos, picarse la nariz o rechinar los dientes.

Formas de morderse las uñas

Los niños ansiosos suelen ser los que generalmente tienen estas acciones y esto puede ser por presiones sociales o de sus padres o profesores. Estos se caracterizan por mordéreselas de manera moderada y sin hacerse heridas, lo hace inconscientemente.

Pero en el caso de que sea por una razón específica como un examen, es probable que tu hijo tenga estrés. Y sea que se lastime o no, es importante detenerlo y ofrecerle herramientas para que busque otras formas de canalizar sus emociones. Aquí te explicamos cómo puedes ayudarlo.

Mi hijo se muerde las uñas, ¡ayuda!

1. No te enojes

La primera respuesta de los padres es gritarle o darle un manazo. Esto solo hará que se ponga más ansioso por saber que está haciendo algo mal.

Esta de más decirte que los castigos no son una opción porque por mucho que lo hagas, sólo conseguirás que se sienta frustrado y que la relación contigo salga perjudicada.

2. Identifica qué lo ocasiona

Identificar el origen te permitirá tener un panorama de una posible solución a eso que tanto lo perturba.

3. Acude con un dentista

Este tipo de conductas puede ocasionar problemas bucodentales, como maloclusiones, malposición de los dientes, o incluso interferencia sobre el crecimiento normal de la musculatura orofacial.

4. Palabra clave

Platica con él y organízate para tener una palabra clave que sepa que cuando la digas es porque está mordiéndose las uñas y que debe parar.

5. Ayuda psicológica

Si has intentado de todo y estás por perder el control, acude a un psicólogo infantil para que te de herramientas de mindfulness o las que crea conveniente para la personalidad de tu hijo, de esta forma él podrá canalizar sus emociones y tener alternativas para descargar esa ansiedad o estrés que lo tiene así.

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