Rechazar la presión social es difícil. Si aún siendo adultos, nos cuesta trabajo contradecir a la mayoría, ¡imagínate cómo es para los niños! Y aunque no seamos víctimas directas de un  ataque de bullying, todos hemos sido testigos silenciosos de alguna injusticia.

 

¿Crees que mientras tu hijo no sea la víctima del bullying, esta situación no le afecta? Te tengo mala noticias, el papel del testigo es clave e impacta a todos: la víctima, el victimario y a él mismo.

Un bullying sin testigos

¿Ubicas la típica escena del líder acosador? Siempre tiene, mínimo, dos leales amigos que le festejan sus acciones. Aparentemente, la opinión del líder es la única que cuenta, pero no es así: el bullying no ocurre sin cierta validación social, en la que otras personas están de acuerdo en catalogar a una persona como un objeto en el cual depositar violencia.

Hay niños que disfrutan estas situaciones y las celebran debido a que se identifican con el agresor. En este caso, lo único que harán es reforzar la idea que tiene de sí mismo y su actitud hacia personas a las que considere inferiores.

Pero también puede ser que tu peque se encuentra en una situación de acoso de manera menos abierta y ser testigo de cómo abusan de alguien más le genera sentimientos profundos de inseguridad y angustia.

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¿Cómo sé si mi peque es testigo de bullying?

El diálogo es la clave. Identifica si tu hijo es testigo de bullying platicando con él constantemente. Pon atención en la manera en que se expresa de ciertos compañeros y fíjate en la actitud que adopta cuando en la tele o en internet suceden casos similares.

Tips para acompañar a tu hijo si  es testigo de acoso

– Evita que se vuelva indiferente a lo que le sucede al otro, pidiéndole que te platique cualquier caso de acoso que vea.

– Recomiéndale que no intervenga directamente, debido a las consecuencias físicas que puedan sobrevenir, pero que sí lo denuncie discretamente con la autoridad.

– Haz énfasis en que no debe participar en el abuso, por más placentero que pueda parecer. Ante todo está el sufrimiento del otro.

-Explícale los límites entre el bien y el mal. Es imposible mantener a nuestros niños en una burbuja, lejos de las malas acciones de los demás. El que sea testigo de un caso de acoso es una oportunidad para que analice la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto. Hazte la confidente de tu hijo y guíalo para que no se convierta en un testigo silencioso, cómplice del bullying.

El Ministerio de Salud Pública de Costa Rica en conjunto con la UNICEF lanzaron un Protocolo de actuación en situaciones de bullying que también podría ayudarte a identificarlo y hacerle frente.