Cuando nuestro pequeño se desliza por la resbaladilla, en especial cuando es muy pequeño, los papás solemos utilizar el truco de aventarnos con ellos y colocarlos frente a nosotros para sostener su espalda pero, ¿sabías que esto no es lo correcto? A continuación te decimos por qué no aventarte con tu hijo por la resbaladilla.
¿Por qué no aventarte con tu hijo por la resbaladilla?
La Conferencia y Exhibición Nacional de la Academia Estadounidense de Pediatría realizó un estudio en 2017, donde encontró que los niños menores de 5 años tienen un mayor riesgo de lesiones en la parte inferior de la pierna, incluidos huesos rotos, cuando se deslizan en el regazo de otra persona.
Por su parte, el Dr. Charles Jennissen, director de la investigación y profesor clínico y médico la Facultad de Medicina Carver de la Universidad de Iowa, explicó que a través del Sistema Nacional de Vigilancia Electrónica de Lesiones (NEISS, por sus siglas en inglés) descubrieron que más de 35,000 niños menores de 5 años resultaron heridos en toboganes entre 2002 y 2015, y el 36 % sufrió fracturas.
Además, los menores de 12 a 23 meses de edad, tienen más probabilidades de sufrir lesiones que los niños de 3 a 5 años. Por otro lado, los niños pequeños también tenían 12 veces más probabilidades de ser colocados en el regazo de otra persona cuando se lastimaban.
En la investigación se encontró que es más fácil que el pie de un niño se enganche en la superficie del tobogán cuando está en el regazo de alguien, lo que aumenta el riesgo de torceduras, giros y fracturas de huesos; por lo cual recomiendan tener cuidado y aunque no se trata de que ya no vuelvan a usar una resbaladilla, solamente te sugerimos tener cuidado al hacerlo.
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