No es fácil hablar de violencia doméstica, especialmente con tus hijos. Pero es importante ser honesto con ellos sobre lo que has experimentado. Y así es como le expliqué a mi hijo que sufrí violencia doméstica.
¿Qué es la violencia doméstica?
La violencia doméstica es un patrón de comportamiento en el que un compañero íntimo amenaza, coacciona o controla al otro a través de la violencia, el miedo o la intimidación. Le puede pasar a cualquiera, independientemente de su edad, sexo, raza, religión o nivel socioeconómico. La violencia doméstica es un problema grave que puede tener efectos duraderos en las víctimas y sus familias.
La violencia doméstica puede tomar muchas formas, incluido el abuso físico, sexual, emocional y económico. Puede ocurrir en relaciones entre parejas casadas, parejas que están saliendo o miembros de la familia. La violencia doméstica no es causada por el alcohol o las drogas, aunque el abuso de sustancias puede empeorar la situación.
Cómo le dije a mi hijo que sufrí violencia doméstica
Le dije que a veces las personas que se supone que se aman se lastiman. Le expliqué que no siempre es violencia física, pero a veces puede ser abuso emocional o verbal. Le dije que había experimentado este tipo de abuso por parte de alguien con quien tenía una relación.
Le aseguré que ahora estaba a salvo y que había recibido ayuda. Le expliqué que hay personas y organizaciones que pueden ayudar a las víctimas de violencia doméstica. También le dije que no es su culpa y que no hizo nada malo.
No fue fácil hablar de eso, pero era importante ser honesta con mi hijo. Quiero que sepa que no está bien que alguien lastime a alguien a quien ama. También quiero que sepa que puede venir a mí si alguna vez experimenta algo como esto.
Sufrir violencia doméstica es una etapa traumante para los niños, aunque no hayan recibido ningún golpe. Es importante que, si pasaste por esto, acudas a terapia para poder superarlo.
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