No es ningún secreto que los niños crecen rápido. Tan rápido, de hecho, que su primer año de vida parece pasar volando en un abrir y cerrar de ojos. Alguna vez te preguntas si debes o no gastar mucho en los cumpleaños de tu peque. Aquí te contamos por qué consideramos que no debes gastar tanto en los primeros cumpleaños de tus hijos.
Y si bien es natural querer que ese primer año sea muy especial, gastar una tonelada de dinero en el primer cumpleaños de tu hijo probablemente no sea la mejor idea. Este es el por qué no gastar tanto en los primeros cumpleaños de tus hijos:
1. No lo recordarán
El primer cumpleaños de tu hijo es un hito, seguro. Pero lo más probable es que no recuerden nada al respecto. Entonces, ¿por qué gastar una fortuna en una fiesta o en regalos que ni siquiera sabrán que existen? Está bien querer tener fotos y recuerdos de ese momento, pero creemos que no tienes que gastar muchísimo.
2. Establece un mal precedente
Si haces todo lo posible para el primer cumpleaños de tu hijo, esperará el mismo nivel de extravagancia para cada cumpleaños a partir de entonces. Y seamos honestos, eso no es realista (o necesario).
3. No todo se trata de ellos
Un primer cumpleaños es realmente más para los adultos en la vida del niño que para el niño o niña que cumple años. Es un momento para que los padres, abuelos y otros seres queridos celebren el milagro de la vida y todo lo que conlleva. No tiene que ser un asunto lujoso para lograr eso.
4. Estarás agotada
Planear y ejecutar una gran fiesta de primer cumpleaños es mucho trabajo. Y lo más probable es que estés tan agotado cuando llegue el gran día que ni siquiera lo disfrutes.
5. Es solo un día
Al final del día, un primer cumpleaños es solo un día en la vida de tu hijo. No vale la pena endeudarse o estresarse indebidamente sólo para hacerlo perfecto. Aunque si tú quieres hacerlo, ¡hazlo! Solo es nuestro consejo.
Ahí lo tienes. Estas son cinco razones por las que no deberías gastar demasiado en el primer cumpleaños de tu hijo. Por supuesto, aún puedes convertirlo en un día especial, pero no exageres. Tu cuenta bancaria (y tu cordura) te lo agradecerán.
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