Hacerte pruebas de embarazo siempre es algo que te puede poner nerviosa, aunque muchas son muy certeras, hay momentos en los que pueden fallar. Te contamos un poco más.
La confiabilidad de las pruebas de embarazo
La eficacia de una prueba de embarazo depende de muchos factores, incluyendo la sensibilidad del test, la edad de la mujer, la regularidad de su ciclo menstrual y la hora del día en que se realiza el test.
Una prueba de embarazo puede fallar si:
- Tomas la prueba demasiado pronto. Es posible que la hormona del embarazo hCG aún no esté en un nivel lo suficientemente alto como para ser detectada en una prueba de orina.
- Tomar la prueba incorrectamente. Asegúrate de seguir las instrucciones en el paquete.
- Tener un embarazo ectópico. Esto es cuando el óvulo fertilizado se implanta fuera del útero, generalmente en una trompa de Falopio. En este caso es necesario visitar a un especialista para que te cuente que debes hacer
- Estás tomando un medicamento que puede afectar los resultados de la prueba. Estos incluyen algunos medicamentos para la fertilidad y ciertos diuréticos.
- Tener un embarazo molar. Esta es una condición rara en la que un óvulo fertilizado no se convierte en un bebé, sino que forma una masa de tejido anormal en el útero.
¿Hay pruebas de embarazo confiables?
Si bien estas son unas de las razones principales por las que una prueba fallar, hay algunas ocasiones en las que es necesario visitar a un especialista para tener un resultado más certero. Una prueba de sangre siempre es más confiable o incluso puedes realizar un ultrasonido para salir de dudas.
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Si crees que podrías estar embarazada y tu prueba de embarazo es negativa, espera unos días y hazte otra prueba. Si aún así obtienes un resultado negativo y tu período no ha llegado, consulta a tu médico.