Seamos sinceras, ¿cuántas veces nos hemos sentidos culpables de algo siendo mamás? Es como si este sentimiento llegará en automático con el parto. Por eso, es muy importante hablar de la culpa en la maternidad, para entender de dónde viene y cómo podemos lidiar con ella.
La culpa en la maternidad
Ser madre es una experiencia maravillosa en la que vives las emociones más profundas, los sentimientos más bellos, pero también las preocupaciones más grandes.
Seguro en tu proceso de maternidad has experimentado el sentimiento de culpa en muchos momentos, y es completamente normal. Sentimos culpa por salir a trabajar y no quedarnos con nuestros hijos, por sentirnos cansadas, por extrañar nuestras comodidades de solteras, por dejar que nuestros peques agarren el celular o, si nuestros bebés se enferman, nos da mucha culpa porque sentimos que no los cuidamos como debemos.
¿Por qué es importante que la maternidad sea deseada?
Ah, y como mujeres ni se diga, nos sentimos culpables por no tener la talla ideal, por no llevar una dieta rigurosa, por no vernos como las mamás de los comerciales, por no organizarnos como deberíamos para acabar con todas las tareas del día y por muchas razones más.
Pero, la culpa es peor cuando otras mujeres nos señalan por “no educar bien a nuestros hijos”, porque no hicimos algo que en teoría deberíamos de hacer o por hacer las cosas diferentes a como otras mujeres lo hacen.
Así que, no te sientas rara por tener culpa, todas la sentimos. Pero, no te quedes estancada en ella, pasa de este sentimiento a la acción; si te equivocaste en algo aprende del error, hazte responsable y continúa. Suelta eso que no está en tus manos y olvídate de la críticas que no te aportan, recuerda que cada maternidad es distinta y que tú estás en tu propio proceso.