Cada etapa de tu embarazo es única y te dará muchísimas razones para estar feliz; pero también existen efectos que pueden hacerte pasar por momentos incómodos, como la incontinencia posparto. Sigue leyendo para descubrir todo sobre ella.

Con el embarazo, llegan mucho cambios físicos y emocionales, e incluso la autoestima puede verse afectada. Pero hay uno del que se suele hablar poco y que es importante abordar: la incontinencia urinaria posparto. Pero no te asustes, puedes tratarla para vivir al máximo esta etapa de tu vida.

Muchas mamás han experimentado, durante y después del embarazo, un fenómeno llamado incontinencia urinaria posparto, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la pérdida involuntaria de orina, y si bien no impacta con fuerza la salud de quienes la tienen, sí se convierte en un reto que puede llegar a cambiar el estilo de vida.

Existen tres tipos de incontinencia urinaria: la de urgencia, la de esfuerzo y la mixta. La de esfuerzo es la que se presenta con mayor frecuencia después del embarazo. Según un estudio realizado por los investigadores del Murdoch Children’s Research Institute en 2014, durante los primeros 12 meses después del parto el 47% de las mujeres presenta signos de este síntoma; es decir, casi la mitad de las mujeres que han dado a luz tendrá incontinencia urinaria de esfuerzo.

La principal razón de esta, según la Fundación Medicina Fetal Barcelona, es que durante los meses que dura el embarazo y debido al esfuerzo realizado en el momento del parto, se ejerce una gran presión sobre el piso pélvico, por lo que estos músculos quedan dilatados y debilitados lo que propicia que les sea más complicado ejercer la presión necesaria sobre estos órganos. Esta falta de presión es la causante de generar esas molestas fugas de orina en los momentos incluso menos pensados como cuando ríes, estornudas o toses.

¿La incontinencia urinaria posparto tiene solución?

La buena noticia es que sí, es tratable y curable. Acudimos con Arturo Hernández, uroginecólogo especialista en TENA®, para que nos diera algunas recomendaciones para contrarrestarla:

  • Deja a un lado los estigmas y háblalo abiertamente con tu médico para que juntos encuentren la mejor solución. Según la última encuesta realizada por Essity sobre los estigmas en la salud e higiene en México, cerca de 40% de mujeres con incontinencia deciden ocultarlo… aceptar que la tienes te acercará más rápido a solucionarla y tener una vida más cómoda y segura.
  • Elimina el consumo de cafeína y tabaco: estas sustancias irritan la vejiga y eso es lo último que necesitamos si vivimos con incontinencia.
  • Evita el estreñimiento, las infecciones en las vías urinarias y la tos, ya que pueden generar presiones en el área de la vejiga.
  • No realices trabajos de fuerte exigencia física porque también podrían ejercer una presión que nuestra vejiga no necesita.
  • Hacer los ejercicios de Kegel e intercalarlos con ocho contracciones de unos 10 o 15 segundos tres veces al día ayudarán mucho.

Con ayuda de estos consejos, puedes ir mitigando los síntomas de la incontinencia urinaria que puedes experimentar después del parto. Para complementar el tratamiento y aumentar tu seguridad y autoestima puedes utilizar productos que ayudan a absorber las fugas de orina, como toallas, pantiprotectores y ropa interior que, además de contar con tecnología que absorbe óptimamente los fluidos también neutralizan los olores y son amables con la piel.

Disfruta de tu embarazo y de la llegada de tu bebé.

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