El mundo de un recién nacido es un misterio y más si eres mamá primeriza. Por eso, cuando se presentan situaciones como la ictericia en bebés, es normal estresarse y querer salir corriendo con el pediatra ante cualquier situación. Sin embargo, antes de que te alarmes, te explicamos ¿qué es y qué hacer si tu hijo presenta lo que Mayo Clinic explica como decoloración amarilla de piel y ojos en el bebé que se presenta en 6 de cada 10 bebés.
Dicha situación ocurre porque la sangre del bebé contiene un exceso de bilirrubina, un pigmento amarillo en los glóbulos rojos y es un trastorno bastante común, en especial en bebés que nacieron antes de las 38 semanas, mejor conocidos como prematuros y cuando el hígado no está lo suficientemente maduro como para eliminar la bilirrubina del torrente sanguíneo.
¿Qué es la bilirrubina?
Es una sustancia amarilla que se produce cuando se descomponen los glóbulos rojos, que transportan el oxígeno por todo el cuerpo y cuando un bebé presenta ictericia es porque tienen una gran cantidad de glóbulos rojos en la sangre, que se descomponen y reemplazan con frecuencia.
Por fortuna, cuando el bebé tiene alrededor de 2 semanas, su hígado es más eficaz para procesar la bilirrubina, por lo que la ictericia a menudo se corrige sola a esta edad sin causar ningún daño. Sin embargo, en algunos casos, la ictericia puede ser el signo de una condición de salud subyacente, pero solo alrededor de 1 de cada 20 bebés tiene un nivel de bilirrubina en sangre lo suficientemente alto como para necesitar tratamiento.
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¿De qué va el tratamiento?
Los síntomas normalmente desaparecen dentro de los 10 a 14 días, aunque ocasionalmente pueden durar más pero el tratamiento solo se recomienda si las pruebas muestran niveles muy altos de bilirrubina en la sangre del bebé. Esto se debe a que existe un pequeño riesgo de que la bilirrubina pase al cerebro y cause daño cerebral.
Tratamientos para la Ictericia en el recién nacido
Fototerapia: un tipo especial de luz brilla sobre la piel, lo que altera la bilirrubina en una forma que el hígado puede descomponer más fácilmente.
Una exanguinotransfusión, donde se extrae la sangre de su bebé mediante un tubo delgado (catéter) que se coloca en sus vasos sanguíneos y se reemplaza con sangre de un donante compatible; la mayoría de los bebés responden bien al tratamiento y pueden salir del hospital después de unos días.
Antes de alarmarte, recuerda siempre acudir a tu pediatra para saber qué hacer y conocer si tu hijo requiere alguno de estos tratamientos. Por favor, no lo mediques ni acudas a remedios caseros que podrían afectar su salud.