Cómo le hago para no traumar a mis hijos

Cuando somos mamás tenemos una inquietud constante por proteger a nuestros peques de todo, desde accidentes mínimos, hasta de cosas más importantes que los lastimen. Nos agobia todo porque sentimos que son tan vulnerables que todo representa un riesgo para ellos, así que si te has preguntado: ¿cómo no traumar a mis hijos? o ¿qué hacer si mi hij@ pasa por una situación traumática?Esto es para ti.

El Instituto Nacional de Salud Mental define el trauma infantil, como: “un evento emocionalmente doloroso o angustiante que experimenta un niño, y que a menudo resulta en efectos duraderos mentales y físicos.”

Cómo no traumar a mis hijos

En el desarrollo de los niños existirán muchos factores y situaciones que les pueden provocar un trauma, desde acontecimientos que se presentan en el entorno donde crece, hasta las pérdidas de sus seres queridos, o abusos. Y algo que es muy importante que sepas, es que no siempre estará en tus manos evitarlos, pero lo que sí puedes hacer es identificar los síntomas que presenta tu hij@ en caso de tener un trauma y ayudarlo para que pueda superarlo.

Depresión infantil, ¿cómo podrías detectarla?

Síntomas de un trauma en niños y adolescentes

Con base en el Instituto Nacional de Salud Mental, algunos de los síntomas que podrían presentar tanto niños como los adolescentes, son:

  • Mencionar que tiene problemas físicos, como dolores de estómago o de cabeza.
  • Tener pesadillas u otros problemas para dormir, lo que incluye negarse a irse a acostar.
  • Tener problemas para concentrarse.
  • Perder interés en las actividades que normalmente disfrutan.
  • Tener sentimientos de culpa por no haber evitado las lesiones o las muertes.
  • Tener pensamientos de venganza.

¿Cómo ayudo a mi hij@ si tiene un trauma?

  • Primero debes asegurarte de que sus necesidades básicas se están atendiendo.
  • Permítele expresar sus emociones, sobre todo si los notas tristes.
  • Evita que tengan contacto con contenido violento o perturbador.
  • Mantente atenta a cambios repentinos en su comportamiento, por ejemplo, en su lenguaje o la manera en la que expresa sus emociones.
  • Fomenta actividades que le ayuden a comunicar sus sentimientos.
  • Lo más importante es que busques tener la guía de un experto, para que tu hij@ tenga el acompañamiento necesario para superar el trauma.

Recuerda que si tu hij@ vivió una situación traumática hay solución y NO tiene porque marcarlo para toda su vida, siempre y cuando logre entender, procesar y trabajar de la mano de un especialista y, por supuesto, con tu apoyo.