La salud mental, a pesar de los avances que hemos tenido como sociedad, aún es un tema tabú, pero cuando se trata de la depresión en niños, la cosa se vuelve mucho más seria.
Cuando hablamos de depresión, y la relacionamos con las mamás, generalmente en lo que pensamos es en la depresión posparto y todo lo que conlleva. Sin embargo, la depresión infantil es un problema mucho más común de lo que imaginas y, es necesario darle el seguimiento adecuado para que no se convierta en un tema más complicado.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión en niños?
De acuerdo con la ONU “La depresión es la principal causa de enfermedad y discapacidad de niños y niñas de entre 10 y 19 años. Las principales causas globales de muerte en ese grupo de edad son los accidentes de tránsito, el VIH-Sida y los suicidios.”
Cuando hablamos de depresión, creemos que lo único que pasa es que tenemos niños tristes, y, aunque suele ser uno de los síntomas más comunes, existen algunos otros que pueden indicarnos que un niño está pasando por una etapa de depresión, entre los que se encuentran:
- Ira e irritabilidad. Generalmente los niños con depresión pueden mostrar ataques de ira o enojo incompresibles o fuera de proporción.
- Desinterés. Dejar de hacer las cosas que antes disfrutaban mucho, es uno de los síntomas más comunes de la depresión.
- Cansancio
- Aislamiento
- Autoestima baja o sentimientos de culpa
Estos son solo algunos de los síntomas que pueden presentarse en la depresión en niños, es importante que conozcas esta lista para poder identificarlos en sus etapas tempranas.
¿Cómo tratarlos?
La depresión en niños es algo que cada día se vuelve más común, incluso hemos visto noticias en las que niños menores de 10 años cometen suicidio derivado de esta situación.
La mejor forma para tratar la depresión en niños es acudir con un especialista que pueda decirnos cuales son las mejores tácticas para tratar esta enfermedad. Recuerda que no prestar atención a estos síntomas en una etapa temprana puede llevar a muchas consecuencias fatales para tus hijos y para tu familia.
Puedes leer más sobre el estudio de la ONU aquí.