A todas nos ha pasado que nuestros hijos nos hacen un berrinche inmenso porque no le compramos el dulce que quería o porque le quitamos de las manos algún objeto con el que podría lastimarse, pero… ¿qué pasa cuando por cualquier motivo hacen semejante drama? Si tienes un niño berrinchudo en casa y no sabes qué hacer, sigue leyendo esta nota:
Algunos datos apuntan a que los berrinches ocurren a partir del año y medio, y hasta los 5 años. El tiempo máximo que duran son 15 minutos y la mayoría de las mamás únicamente aguantan 16 segundos de berrinche, después de este tiempo ceden a lo que el hijo pide.
Y sí, es verdad que los berrinches son completamente normales, con base en una encuesta realizada a 1, 55 padres por la Universidad de Northwestern en Illinois, un berrinche al día lo hacen:
- 8.6% de los niños
- 10% de los de 4 años
- 18% de los de 3 años
- 20% de los niños de 2 años
Así que, si tienes un niño berrinchudo en casa y no sabes cómo reaccionar, estas son algunas recomendaciones que te pueden funcionar:
No pierdas la calma, recuerda que el adulto eres tú y que (por imposible que parezca) tú debes mantenerte tranquila.
No hagas un berrinche tú también, no te pongas al nivel de tu peque, ni te comportes de forma irracional.
Evita levantar tu tono de voz y no compitas con los gritos de tu hijo.
Elige tus batallas. Encuentra esas cosas en las que puedes ceder y en las que definitivamente no puedes cambiar de postura.
Miedo en los niños según su edad, ¿en qué etapa se encuentra tu peque?
Explícale con palabras que pueda comprender las razones por las que no puedes ceder a lo que quiere.
Analiza qué es lo que verdaderamente altera a tu hij@, esto te ayudará a detectar si hay otros elementos que le afectan, como: el espacio o las personas que l@s rodean, incluso si existe alguna razón emocional que esté provocando estos berrinches en tu hij@.
Algo que es muy importante es que tu hij@ aprenda que perder el control, gritar, llorar o patalear no le dará acceso fácil a lo que exige, y que comprenda que hay momentos en los que no va a conseguir lo que quiere y que debe ser tolerante a la frustración.