Los desbordes emocionales son comunes después de convertimos en mamás, la culpa nos invade y en ocasiones solo queremos salir corriendo. Si te sientes desbordada por diversas situaciones o emociones, es esencial tomar medidas para cuidar tu bienestar y manejar el estrés. Sigue leyendo porque aquí te contamos qué hacer si tienes un desborde emocional.

¿Por qué sucede un desborde emocional?

Los desbordes emocionales ocurren porque nos resulta difícil manejar nuestras emociones y las situaciones que vivimos todos los días. Aquí hay algunas sugerencias que pueden ayudarte a afrontar un desborde emocional:

  1. Identifica la causa: Verifica las razones específicas de por qué te sientes desbordada. Reconoce las fuentes de estrés o ansiedad te ayudará a abordarlas de manera más efectiva.
  2. Habla con alguien de confianza: Comparte tus sentimientos con una amiga cercana, familiar o terapeuta. A veces, expresar lo que sientes en voz alta y sentir el apoyo de alguien puede ser reconfortante.
  3. Prioriza y simplifica: Haz una lista de las tareas y responsabilidades que te están abrumando y priorízalas. Aprende a decir “no” a actividades adicionales si te sientes sobrecargada.
  4. Practicar la autorreflexión: Tómate un momento para reflexionar sobre tus emociones y pensamientos. La meditación, el mindfulness o llevar un diario pueden ser útiles para entender mejor tus sentimientos y cómo manejarlos.

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  1. Cuidado personal: Dedica tiempo para cuidarte a ti misma. Esto incluye dormir lo suficiente, comer bien, hacer ejercicio y participar en actividades que disfrute.
  2. Establece límites: Aprende a establecer límites saludables con las personas y situaciones que te generan estrés. No tengas miedo de proteger tu bienestar emocional y decir “no” cuando sea necesario.
  3. Buscar ayuda profesional: Si sientes que la sensación de desbordamiento es abrumadora y persistente, considera buscar la ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o terapeuta.
  4. Practicar técnicas de relajación: Intenta incorporar técnicas de relajación en tu rutina diaria, como respiración profunda, yoga o ejercicios de estiramiento. Estas prácticas pueden reducir el estrés y aumentar la sensación de calma.

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