No es que no deba compartir sus sueños con sus hijos; después de todo, compartir es de lo que se trata la crianza de los hijos. Pero cuando se trata de sueños, es importante tener en cuenta lo que compartes y cómo lo compartes. Aquí te contamos por qué no debes reflejar tus sueños en tus hijos.

Seguro alguna vez soñaste con ser bailarina, astronauta o cantante y, por una u otra razón estos sueños no se cumplieron y sientes la necesidad de que tus hijos hagan esas cosas que tu no pudiste hacer, sin embargo, esto pueden ser un gran error. Incluso, hay estudios que indican que solo el 50% de los niños se sienten escuchados.

Cuatro razones por las que no debe reflejar sus sueños en sus hijos:

1. Los sueños son personales. Así como cada persona es única, también lo son sus sueños. Lo que funciona para ti puede no funcionar para tu hijo, y eso está bien. Es importante respetar los sueños de tus hijos y no tratar de forzarlos en su propio molde.

2. Los sueños cambian. A medida que crecemos y cambiamos, también lo hacen nuestros sueños. Lo que queremos a los 20 puede ser diferente de lo que queremos a los 30. Si reflejas tus sueños actuales en tus hijos, es posible que se sientan presionados a cambiar sus propios sueños para que coincidan con los tuyos, y eso no es justo para ellos.

3. Los sueños toman tiempo. Los sueños no suceden de la noche a la mañana. Se necesita tiempo, trabajo duro y dedicación para hacerlos realidad. Al compartir tus sueños con tus hijos, los estás preparando para la decepción si no suceden de inmediato.

4. Los sueños son solo eso: sueños. No son la realidad. Y si bien es importante tener sueños, también es importante mantenerlos en perspectiva. Si compartes tus sueños con sus hijos, asegúrate de compartir también la realidad de lo que se necesita para alcanzarlos.

Así que ya sabes, vive tus sueños y deja que tus hijos tengan los suyos.