¿Por qué no debes comparar a los hijos?

Las comparaciones no son buenas y menos si las haces entre tus hijos. Esta acción provocará actitudes negativas entre tus peques y causará problemas a corto y largo plazo. A continuación te compartimos algunas razones por las que no debes comparar a tus hijos. 

¿Por qué no debes comparar a tus hijos?

  1. Cada niño es diferente

¿Alguna vez te han dicho que los hijos son como los dedos de una mano? Si no, haz el ejercicio. Como verás, ninguno es igual y así son los hijos. A pesar de vivir en la misma casa y recibir la misma educación, cada uno tiene sus propias habilidades, virtudes y carácter. 

  1. Ocasionas pleitos, celos y  baja autoestima 

Frases como: “Deberías comportarte como tu hermano”, “aprende a él”, “por qué  no sacas buenas calificaciones”, entre otras, provocará que el niño o niña al que estás comparando tenga celos y una autoestima baja. 

Tus hijos sabrán que hay uno mejor que otro y su hermandad se verá afectada por tus comentarios. Además, comenzará una lucha por demostrar quién es el mejor y buscarán afectarse para ganar tu aprobación. 

De acuerdo con el artículo, Relación entre hermanos: “Recibir un trato menos favorable que el que experimentan los hermanos se asocia con problemas de comportamiento, estado de ánimo depresivo, ansiedad y baja autoestima”

  1. Haces que los niños pierdan su confianza 

Así como el “mejor hijo” ganará confianza, el otro la perderá. Poco a poco, tendrá la idea de que no es suficiente y esto será grave a futuro porque se convertirá en una persona insegura, necesitará la aprobación de otros para desarrollar sus actividades y creerá que lo que hace no está bien. 

Recuerda: las palabras que le dices a tus hijos tienen repercusiones a corto y largo plazo. Evita hacer comparaciones porque, aunque crezcan bajo el mismo techo, nunca serán iguales. 

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