el llanto de tu bebé

Ya sea por hambre, sueño, un cólico o enojo, interpretar el llanto de tu bebé es una de las más grandes herramientas que puedes tener, en especial si eres mamá primeriza. Para ayudarte te dejamos un diccionario del llanto del bebé para que puedas atender las necesidades de tu hijo y lo ayudes a calmarse. 

Primero, es importante que sepas que, de acuerdo a la ciencia, un bebé llora aproximadamente dos horas al día, por lo que irte haciendo la idea de esto puede ofrecerte algo de paz en lo que averigüas a qué se debe su llanto, sin perder la calma.

Cabe mencionar que cada bebé tiene su propio tono y su nivel de dramatismo, pero se pueden clasificar gamas de sonidos distintos que permiten reconocer cada necesidad. Estas son:

Hambre

Suele ser un tono que imita el reflejo de succión del pecho, se caracteriza porque la punta de la lengua se pega al paladar. Además tu hijo puede meter su puño en la boca o girar la cabeza hacia los lados buscando el seno. 

Ayúdalo alimentándolo. Puede que al principio coma muy rápido pero intenta hablar con él o cantarle para que se vaya tranquilizando. 

Sueño

Es un llanto que empieza de manera suave y se va tornando cada vez más intenso. Es fácil de identificar si por ejemplo, ese día tu bebé convivió con mucha gente o hicieron algo fuera de su rutina que pudo haberlo cansado. 

Empieza por arrullarlo o cantarle para dormir, puedes usar un poco de ruido blanco y bajar la intensidad de la luz. 

¿Debo dejar que mi bebé llore todo el tiempo? 

Incomodidad

Presenta el ceño fruncido y las extremidades están tensas. Asegúrate que no tenga frío o el pañal mojado, también que no tenga tanto calor o que algo lo esté molestando o causando comezón.

Gases

Se caracteriza por ser un llanto intenso donde su cara parece estar arrugada, avienta sus piernas y aprieta sus puños con fuerza. 

Para ayudarlo, intenta que eructe después de cada toma de leche con unas palmaditas suaves.

Dolor

Es un llanto intenso con largos gemidos como si le faltara la respiración. Suele mover mucho sus manos y no quiere comer. En este caso te recomendamos supervisar que todo esté bien, palpa su cuerpo y revisa que el llanto no aumente si tocas alguna zona. En caso de que no se detenga, acudan al pediatra.