Generación sándwich

En la década de los 80, la trabajadora social Dorothy Miller habló por primera vez de este término, refiriéndose a esas mujeres que tenían entre 30 y 40 años de edad que de alguna manera estaban  “atrapadas” entre el cuidado de sus hijos y el de sus padres.

¿Te has sentido así? Este término se refiere a la semejanza que tienen las rebanadas de queso o jamón que están atrapadas entre el pan y aunque suene lógico, tan solo es cuestión de reflexionar sobre qué cosas o en qué aspectos de tu vida te sientes así, atrapada.

Con el paso del tiempo, esta definición ha ido cambiando y ahora se refiere a las madres y padres que están en esta situación pero que además ahora abarcan la edad entre los 35 y los 55 años, ya que ha habido cambios en las generaciones actuales donde los padres viven más y las parejas están eligiendo ser padres después de los 35. 

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Ahora bien, aunque pertenecer a esta generación actualmente es muy normal, la Asociación Americana de Psicología (APA) explica que cada dos de cinco hombres y mujeres en este grupo de edad se sienten agotados y están presentando niveles de estrés muy elevados. 

Este malestar afecta a las relaciones personales, y también se ha reportado que la mayoría de las personas en esta generación, sienten que su pareja, sus hijos y su familia son la principal fuente de estrés. 

¿Qué hacer si perteneces a la generación sándwich?

La APA recomienda estos tips para ayudarte si es que perteneces a la generación de padres sándwich:

  • Identifica los factores que te generan estrés.
  • Reconoce cómo manejas tus emociones. Elige tus prioridades, delega responsabilidades cuando se pueda y pide ayuda a tu red de apoyo para que puedas cumplir con todo. 
  • Considera actividades que te ayuden a sacar el estrés como: hacer ejercicio o meditar, leer o tener 15 minutos para ti. 
  • Aliméntate bien y trata de descansar.
  • Pide ayuda, siempre es buena idea considerar la terapia psicológica para poder manejar las emociones y salir adelante. Recuerda que no estás sola y pedir ayuda no te hará menos capaz.

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