Si estás comenzando a leer este texto queremos que sepas algo: sí, sí es posible poner límites respetuosos, sin embargo, para llegar a ello debes tener mucha, mucha paciencia. 

Durante décadas nos han enseñado que el adulto es el que grita, prohíbe, controla, sanciona y cohíbe, mientras que el niño está ahí para obedecer, sin embargo ya no podemos seguir replicando ese tipo de educación. 

Si te preguntas por qué no debemos replicar esa educación, piensa en lo siguiente. Ya fuiste niño y muy probablemente tus papás tomaron la actitud antes mencionada hacia contigo, ¿te sentiste protegido y seguro, o por el contrario te hicieron sentir confundido y asustado?

Con ello no estamos diciendo que dejes que tu hijo haga todo cuanto quiera, no. Pero necesitamos que cambies tu chip, los límites respetuosos no son para controlar a tu hijo, más bien tienen la intención de proteger, educar y guiar a tu pequeño. 

Cómo establecer límites respetuosos

De acuerdo con la especialista Sonia López Iglesia, estos son algunos consejos para establecer límites respetuosos.

  1. Siempre establece límites desde el respeto, la empatía y la amabilidad. Elimina los gritos, las amenazas y las represalias que dañan la autoestima de tu hijo y debilitan su vínculo.
  2. Involucra a tu hijo en la elaboración de los límites que tendrán como familia. Es decir, dialoguen y escriban juntos estas nuevas reglas, de esa manera harás que se sienta partícipe de su propio aprendizaje. Una vez que tengan las reglas básicas escritas, pueden ponerlas en el refri o en su cuarto para que siempre estén a la vista. Si tu pequeño no sabe leer, coloca fotos que sirvan de ejemplo.
  3. Explícale los límites respetuosos a tu hijo con claridad y consistencia a través de una firmeza amorosa. Asegúrate que tu hijo entiende el límite, también permite que exprese con libertad sus emociones respecto a las reglas que han establecido.
  4. ¡Ojo! Adapta los límites a la edad, características y necesidades de tu hijo. No pretendas que tu hijo de 3 años se comporte como uno de 6 años. Cada faceta va a requerir un cambio en los límites. 
  5. Eres su mayor ejemplo, por ello, respeta tus propios límites y el de los demás.
  6. Un niño se caracteriza por su curiosidad y carácter explorador, por lo que debes ser consciente que será normal que en ocasiones tu hijo olvide o  intente brincarse los límites. Cuando esto pase mantente firme y coherente para evitar crear dudas o inseguridades.
  7. Establece consecuencias naturales y lógicas para tu hijo cuando no respete un límite. Olvídate de castigos carentes de aprendizaje y reflexión.
  8. Es importante que te pongas de acuerdo con los adultos que conviven con tu pequeño para que también respeten los mismos límites, de esa manera conseguirás ser coherente ante tu hijo, de lo contrario se confundirá.