Los niños pueden morder por diversas razones, y es importante tener en cuenta que cada caso puede ser diferente. Es esencial recordar que el comportamiento de morder en los niños es “normal” hasta cierto punto en las etapas tempranas de desarrollo. Aquí te respondemos: ¿Por qué los niños muerden?
¿Por qué los niños muerden?
Algunas de las razones más comunes por las que los niños muerden son:
- Exploración y curiosidad: Los bebés y los niños pequeños a menudo exploran el mundo a través de sus sentidos, y esto puede incluir poner objetos en la boca. A veces, esta exploración puede llevarse a cabo más allá de cosas a personas.
- Dolor o incomodidad: Los niños pequeños pueden morder como respuesta a dolores o malestares, como la salida de los dientes o la presión en los oídos. Morder puede ser una forma de aliviar el dolor.
- Fase de dentición: Cuando los bebés están desarrollando sus dientes, pueden experimentar una mayor necesidad de morder para aliviar la presión en las encías.
- Frustración o enojo: Los niños pequeños pueden morder como una forma de expresar su frustración o enojo cuando aún no han desarrollado habilidades verbales para comunicarse.
- Expresión emocional: Algunos niños pueden morder en situaciones emocionales intensas, como cuando están muy emocionados, ansiosos o sobrepasados.
- Necesidad de atención: Algunos niños pueden morder para llamar la atención, especialmente si sienten que no están recibiendo la atención que necesitan.
- Juego brusco: En algunos casos, los niños pueden morder durante el juego, aunque sin intención de hacer daño, simplemente como parte del juego brusco
El IMSS tiene una guía en la que podrás descubrir algunas medidas que te ayudarán a prevenir las mordidas. Si el comportamiento persiste o se vuelve problemático, es recomendable buscar orientación de un profesional de la salud o un psicólogo infantil para abordar el problema adecuadamente.
Es fundamental supervisar de cerca a los niños pequeños y asegurarse de que estén en entornos seguros para evitar situaciones en las que puedan lastimarse a sí mismos o a otros con el mordisco.
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