En pleno 2023, el uso de aparatos electrónicos está presente en la vida de nuestros hijos e hijas, sobre todo, si ya van a la escuela. Del mismo modo, los videojuegos tienen incidencia en la vida de los peques, por eso es importante hablar de tema y responder: ¿los videojuegos son buenos o malos para los niños y niñas?
¿Cómo es el consumo de los videojuegos en México?
De acuerdo con Statista, el mundo de los videojuegos ha crecido de manera rápida en todo el mundo y México no se queda atrás, ya que nuestro país es el líder en ventas de América Latina. Es decir, muchos tienen acceso los videojuegos y lo hacen a través del celular, la televisión, la computadora o las consolas. Statista informó que durante 2021, 45.8 millones de personas jugaron videojuegos en sus celulares y se espera que la cifra aumente.
Pero, ¿son buenos o malos?
El tema es polémico, mientras algunos afirman que son malos porque generan violencia, obesidad y falta de concentración; otros lo consideran buenos porque ayuda a que los niños(as) desarrollen habilidades mano-ojo, resuelvan problemas y trabajen en equipo. Así que, todo depende de cómo y cuánto los usen. Recuerda que, como en todo, hay que tener un balance y no convertirlo en un exceso.
Si tienes hijos(as) que quieren jugar videojuegos podrías permitírselos siempre y cuando cumplan sus responsabilidades escolares, extra escolares y sus tareas en el hogar. Los límites con los horarios serán siempre importantes para evitar que se excedan y se convierta en una adicción.
Además, actualmente existen consolas de videojuegos en los que tú tienes el control para determinar qué información es visible en el perfil, así como para ver el estado y el historial de juegos de tus hijos(as) y decidir con quién pueden comunicarse. También es posible filtrar juegos y aplicaciones de acuerdo con su edad para asegurarte de que están consumiendo contenidos adecuados.
Es importante mencionar que los padres deben involucrarse en el proceso de juego, aprender a tener esta convivencia con ellos en donde no solo nosotros les enseñamos, sino que ahora somos los que aprendemos y conocemos más de su mundo. Encontrar juegos en común, aprender a resolver retos en conjunto, o tener un versus interesante hace que incluso ellos se sientan cómodos y en confianza en compartirlo contigo. Tener la consola en la sala también es una buena manera de llevar la dinámica, ya que ayuda a tener mayor visibilidad de lo que hacen, y que incluso se vuelva un pasatiempo familiar.
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