vivir con la familia política

Existe un dicho popular que va así: “De la familia y del sol, entre más lejos mejor”… ¿será? Aunque en algunos casos vivir con la familia política puede ser una buena experiencia, a continuación te decimos 5 razones por las que no es recomendable hacerlo:

¿Por qué no es buena idea vivir con la familia política?

  1. Privacidad personal: Vivir con la familia política implica una falta de privacidad personal. Puedes sentirte constantemente observado y tener dificultades para encontrar momentos de tranquilidad o para mantener tus propios espacios personales.
  2. Dinámicas familiares no compatibles: Cada familia tiene sus propias dinámicas y formas de hacer las cosas. Las diferencias en las rutinas diarias, las expectativas y las reglas pueden causar conflictos y tensiones, lo que afectará tu bienestar emocional.
  3. Falta de independencia: Vivir con la familia política puede limitar tu independencia. Es probable que te sientas sentirte obligada a cumplir con las expectativas y deseos de tus familiares, lo que puede dificultar la toma de decisiones y la autonomía personal.
  4. Diferencias y tensiones: Incluso en las mejores familias se dan conflictos y tensiones. Vivir con la familia política aumenta la probabilidad de que estos problemas se intensifiquen, lo que a la larga, genera estrés y afecta tu relación con ellos y hasta con tu pareja.
  5. Conflictos en la relación de pareja: Es muy probable que la intromisión de la familia en tu vida cotidiana y en las decisiones que tomas como pareja provoque tensiones y dificulte la consolidación de la relación.

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Considera que cada situación es única y que estas razones no aplican para todos. Seguro también hay casos existosos en los que vivir con la familia política funcionó muy bien, mientras que otras personas prefieren tener su propio espacio y vivir de forma independiente.