Perder a tu pareja cambia tu mundo 180º grados. El luto, la pena, el derrumbe emocional, el adormecimiento de tu cuerpo y el desánimo invaden tu cuerpo, pero aunque parezca que no se puede, sí podemos continuar.
Debes estar preparada para que los amigos y familiares no sepan qué decir, pues es una situación que estremece a todos y pocos tenemos el tino de compartir palabras de aliento a la persona que perdió a su amado. Es algo normal, nadie conoce ni vive la pérdida más que a quien le toca.
Muchas veces tratarán de evitar hablar contigo o te intentarán aliviar con clichés tales como “está en un lugar mejor” y aunque muchos allegados puedan sentirse incómodos al “hablar de la muerte” no es que le den poca importancia, sino que no podemos, literal.
Cuida tu salud física y mental
Probablemente exista la pérdida del apetito o del sueño. Tu capacidad de tomar decisiones se verá bloqueada, te costará micho concentrarte y es ahí donde debes prestar atención, pues tu salud física puede verse afectada de manera seria durante los primeros meses.
Recuerda que no estás sola, apóyate en tu familia, amigos o comunidad religiosa (si es que estás en una). La depresión es otro factor que puede desencadenar un malestar general, sólo presta atención.
Haz los ajustes necesarios dentro de tu rutina
Podemos hacer modificaciones de rutina como entrar a un voluntariado o tomar clases, así lograrás estimular la convivencia y reforzar tus relaciones.
Tómate tu tiempo
Intenta descansar, no hay presiones, si crees que deberías hacerlo cambia las cosas de lugar, pequeños cambios harán la diferencia en tu estado de ánimo.
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