Incluir granos enteros en la dieta de la familia trae muchos beneficios. Aquí te contamos algunas de sus ventajas.
Consumir productos con granos enteros es muy importante. Se ha comprobado que incluirlos ayuda a mantener una buena salud (son 4 veces más nutritivos que un grano refinado) y aportan nutrientes necesarios para el cuerpo, pero ¿qué los hace especiales?
Según el Whole Grains Council, son las semillas de diferentes granos (trigo, maíz, centeno, avena, arroz o cebada) que conservan las tres partes que los componen: salvado (capa externa), endospermo (capa media) y germen (capa interna).
Del salvado se obtienen fibra dietética (insoluble y soluble), vitaminas del complejo B y oligominerales (hierro, cobre, zinc y magnesio). El endospermo es rico en almidón y proteínas. Y el germen aporta antioxidantes, fitonutrientes, vitaminas B y E, minerales, proteínas y grasas monoinsaturadas.
Que no te den gato por liebre: no es lo mismo que un producto con fibra, que son harinas molidas que contienen endospermo y salvado, pero no el germen.
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