Los teléfonos celulares tienen un impacto mixto en los adolescentes. Por un lado, pueden mantener a los adolescentes conectados y en contacto con sus amigos y familiares, lo cual es beneficioso, pero también tienen un lado malo.
Esta es una de las preguntas más comunes que se hacen los padres de familia. Y es que muchas veces el tener un teléfono parece ser una solución a muchos inquietudes, especialmente de los adolescentes, pero comprar uno de estos aparatos no es algo que debe tomarse a la ligera.
Es cierto, pueden ser una herramienta útil para la educación, ya que los adolescentes pueden usar sus teléfonos para acceder a materiales educativos en línea. Sin embargo, también pueden ser una distracción y una fuente de estrés, especialmente si los adolescentes sienten que están siendo constantemente interrumpidos por notificaciones o llamadas.
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Al final, el comprar (o no) un teléfono es una decisión de cada padre y de lo que busca para sus hijos, pero te dejamos estos tips para que consideres a la hora de tomarla.
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