Aserrín Aserrán

Seguro has escuchado hablar sobre la leche de soya, arroz, almendras y coco, ¿no es así? O quizá incluso alguna de estas leches es tu favorita al momento de pedir un café.

Sin embargo, hay una en especial que es la mejor alternativa para tu pequeño y naturalmente la más nutritiva, cuando la lactancia materna no es posible o ya necesitas complementar su nutrición, la fórmula infantil a base de leche de cabra es una gran opción.

La leche de cabra tiene beneficios tanto para niños como para adultos. Imagina lo bien que le haría al organismo comenzar desde bebés con este tipo de leche.

Te compartiremos 5 beneficios que la fórmula a base de leche de cabra tiene para tu peque.

1. FÁCIL DIGESTIÓN: La leche de cabra cuenta con proteínas que son naturalmente más fáciles de digerir, ya que tienen menor cantidad de as1-caseína (sustancia encargada de producir el cuajo que se utiliza en la elaboración de quesos), haciéndola más suave para el estómago de tu pequeño.

2. FUENTE NATURAL DE NUCLEÓTIDOS: Los nucleótidos son los bloques de construcción del ADN que mejoran la maduración del sistema digestivo.

Vitaminas A y D, minerales como calcio, magnesio y zinc, además de los macronutrientes como proteínas, grasas y carbohidratos.

3. BUEN SABOR: Tiene un sabor muy agradable y delicioso, por lo que el proceso de adaptación en tu pequeño puede ser más rápido.

4. MENOS INFLAMACIÓN: La leche de cabra también contiene caseína A2, no está asociada a efectos de inflamación a comparación de la leche de vaca que contiene caseína A1.

5. MEJOR ABSORCIÓN NUTRIMENTAL: Minerales fundamentales como calcio, hierro, fósforo y magnesio se aprovechan de manera más fácil.

Como puedes ver, los beneficios son muchos y lo mejor de todo es que hay una fórmula premium a base de leche de cabra para tu bebé. Una alternativa ideal cuando no es posible darle leche materna o ya necesitas complementar con una fórmula.

En Kabrita puedes encontrar fórmulas para lactantes de 0 a 6 meses, de 6 a 12 meses y para pequeños de 1 a 3 años.

La transición la puedes hacer poco a poco, para que sea algo sencillo para ti y agradable para tu bebé.

Recuerda que, si tu bebé es intolerante a la lactosa o presenta alguna alergia a la proteína de la leche de vaca, no se recomienda el uso de una fórmula a base de leche de cabra. Es mejor consultar a tu médico.