Aserrín Aserrán

En muchos casos, ser mamá es solo felicidad y amor. Sin embargo, cuando nos toca traer al mundo a un bebé siendo mamá soltera o nos convertimos en una en el camino, las cosas no son tan bellas y eso es algo que me hubiera gustado saberlo.

La situación de cada mujer es diferente, pero pareciera que hablar de ser mamá soltera antes de que nazca el bebé es un tabú, aunque no debería serlo. Si bien las mamás solteras hoy en día son menos juzgadas que antes, aún se viven muchas cosas que no se deberían y que tal vez todas necesitan saber.

Lo que toda mamá soltera debe saber

• No es fácil. En esta situación, generalmente, se viven dos extremos: los que te dicen que todo es amor y que las mamás solteras son super mamás y todo es miel sobre hojuelas y los que no dicen mucho o prefieren evitar el tema. La realidad es que, ser mamá soltera no es nada fácil. Tendrás que aprender a convivir con muchas cosas y ver un lado diferente de la maternidad, pero sí, estamos de acuerdo en que las mamás solteras lo pueden todo.

• Te van a juzgar. Por más que nos duela y sea difícil, la realidad es que a las madres solteras nos van a juzgar por lo que hagamos, sin saber el porque estamos en esta situación. Afortunadamente, es algo que ha ido cambiando con el tiempo, pero recuerda que solo tú sabes tu situación y nadie puede juzgarte por eso.

• Vas a amar como nunca lo has hecho. Tú y tu bebé van a pasar por muchas cosas y eso los va a enseñar, a los dos, a amarse incondicionalmente y a dar todo el uno por el otro, algo de lo que vas a estar muy agradecida.

• Tendrás miedo, mucho miedo. Quien dijo que ser madre soltera no daba miedo, no era madre soltera. Si da miedo, y mucho. Da miedo salir a trabajar, ver crecer a tu hijo, tener una nueva pareja, que pregunte de su papá, etc. Pero, poco a poco, esos miedos se van convirtiendo en fortalezas para enfrentar todo.

• Puedes con esto y más.  Eres, como todas, una mamá poderosa, fuerte y luchona, aunque la gente tome el término como algo negativo. Una mamá que va a salir adelante a pesar de todas las adversidades.

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