Aserrín Aserrán

Podemos tener muchas dudas con respecto al embarazo: ¿cuál va a ser el sexo del bebé?, ¿cómo se va a llamar?, ¿voy a tener muchas contracciones?, ¿a las cuantas semanas va a nacer? y muchas cosas más.

Sin embargo, hay algo muy seguro que pasa cuando estamos embarazadas: desde el día 1 que nos enteramos, nuestra vida cambió.

Sin importar si el embarazo era algo que esperábamos o algo que nos llega por sorpresa, un embarazo nos cambia por completo.  

De una vida “común” a un embarazo

¿Recuerdas el día que te enteraste que estabas embarazada? Cuando las mujeres pasamos por eso, nuestro cerebro ya empieza a cambiar. Pensamos en todo lo que vamos a tener que hacer para para esta etapa, a la primera persona que le vamos a decir.

También pensamos en que va a pasar con nuestro cuerpo: que tanto va a comenzar a cambiar, cuánto vamos a subir de peso y más pensamientos que pueden parecer un poco abrumadores.

Es importante que, sin importar que esté pasando, tomemos las cosas con calma.

Cuando decidimos ser mamás, somos conscientes de todos los cambios que va a sufrir nuestro cuerpo y nuestra vida, pero no sentimos toda esa abrumadora etapa hasta que por fin llega a nuestras vidas.

Es en ese momento cuando nos damos cuenta de que todo cambió desde el primer momento que nos enteramos del embarazo, puede ser que tengas que dejar de trabajar un tiempo, de hacer tu deporte favorito o alguna actividad, pero no te preocupes.

Conforme va pasando el tiempo te vas a dar cuenta de que todo va tomando su lugar y tener un bebé no es un sacrificio, sino una manera de impulsarte a hacer cosas que no te imaginaste que ibas a hacer.

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