Cuando compramos productos para nuestros bebés, no podemos saltarnos un paso muy importante: leer la etiqueta para saber si tiene azúcar. Tienes que saber que existen diferentes tipos. Aquí te contamos de ellas para que sepas cuál elegir.
El azúcar es uno de los ingredientes con los que debemos tener cuidado al alimentar a nuestros pequeños. Una de las etapas en las que debemos prestar más atención es después de los 6 meses, pues es cuando comenzamos a introducir alimentos sólidos en su dieta, la famosa “alimentación complementaria”.
Lo cierto es que no podemos eliminar al 100% el consumo de azúcar en la dieta de nuestros pequeños, pues hay alimentos que la contienen de forma natural, como las frutas o ciertas verduras. Por eso es muy importante aprender a distinguir entre el azúcar natural y el azúcar añadida.
Una de las diferencias entre estos dos tipos de azúcares es el tipo de alimentos en donde las podemos encontrar. El azúcar natural está presente en alimentos como frutas, verduras, leche, etc. y no hay forma que puedas eliminarla. Pero no temas, porque este tipo de azúcar no es dañina para la salud de tu bebé, siempre y cuando se consuma en las cantidades adecuadas. Por eso, muchas mamás optan por darle papillas con estos y otros ingredientes a sus peques. El azúcar añadida es otra cosa, pues como su nombre lo dice se “agrega” a los productos para darles sabor y dulzor, y la encuentras en alimentos industrializados como galletas, dulces, refrescos, etc. Te recomendamos tener mucho cuidado con los productos que decides darle a tu bebé que incluyen este tipo de azúcares.
El azúcar añadida es un ingrediente que permite dar sabor, textura e incluso más tiempo de vida a un producto, pero a la par aporta calorías a la dieta sin ningún otro beneficio para el cuerpo. Mientras que el azúcar natural aporta fibra, vitaminas y antioxidantes que benefician la salud de tu pequeño, le ayudan a su metabolismo y lo nutren.
Por otro lado, el exceso de azúcar añadida puede desencadenar una serie de enfermedades en el cuerpo como mala nutrición, aumento de peso, triglicéridos altos, diabetes y mucho más.
Pero, ¿por qué puede afectarnos la añadida? Simplemente porque es un alimento procesado y es difícil que el cuerpo se deshaga de ella; mientras que el azúcar natural se convierte en una fuente de energía si se consume en las porciones adecuadas. Ojo: es importante que para no excederte en la cantidad que puede consumir tu bebé, siempre revises las porciones de azúcar natural con un especialista (pediatra, gastropediatra, nutriólogo infantil).
Una buena forma de cuidar a tu bebé de los azúcares añadidos es siempre leer la etiqueta y elegir productos que solo contengan azúcar natural. Una buena alternativa para complementar la alimentación de tu pequeño sin preocuparte por azúcares añadidos es Gerber, cuyos productos están pensados en aprovechar al máximo el azúcar natural de las frutas y verduras con los que los elaboran y en cuidar que durante todo el proceso nada contenga azúcares añadidos ni conservadores.
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