Ruido_blanco_calmar_tu_bebe_aserrin_aserran

Si eres papá o mamá primeriza te interesará conocer los beneficios que tiene el ruido blanco en los bebés recién nacidos, principalmente. Aquí te traemos algunos detalles interesantes sobre este ruido.

Un bebé recién nacido se comunica contigo mediante del llanto, a través de él busca decirte que necesita que le cambies el pañal, está incómodo, tiene calor o hambre. Sin embargo cuando son demasiado pequeños, su llanto puede ser demasiado y a pesar de que ya cubriste todas sus necesidades, quizá necesites la ayuda de algo más para tranquilizar a tu bebé.

¿Qué es el ruido blanco?

El ruido blanco es un sonido constante y con frecuencias al mismo volumen tiene la característica de calmar y relajar a tu bebé ya que ayuda a reducir los ruidos que lo rodean permitiendo crear una especie de aislamiento sonoro.

Como tal, el ruido blanco es el ruido que emite el secador de pelo, la lavadora, una aspiradora, un ventilador, o bien, el sonido que hacen las burbujas. Al ser ruidos repetitivos, constantes y sin altibajos, relajan el cerebro de tu bebé y por lo tanto puede calmarse e incluso hasta caer en un sueño profundo. 

El efecto tranquilizador que tiene el ruido blanco sobre los bebés radica en que es similar a lo que ellos podían escuchar cuando se encontraban dentro de tu vientre, de ahí su efectividad y éxito entre los recién nacidos. 

Utilizar el ruido blanco puede ser una estrategia recomendada para los padres primerizos ya que al ser nuevos en el mundo de la paternidad y la maternidad, les toma un poco más de tiempo calmar a sus bebés. 

Si piensas darle una oportunidad al ruido blanco para calmar a tu bebé te recomendamos que busques aplicaciones especiales con música para niños, también puedes encontrar material en YouTube e incluso adquirir aparatos especiales con este tipo de sonidos. Lo importante es que al colocarlo cerca de tu hijo su volumen no sea elevado para cuidar sus oídos aún en desarrollo.  

Toma en cuenta que este sonido no es mágico. Es importante que antes de recurrir a él hayas cubierto las necesidades básicas de tu bebé, es decir, tras el llanto constante y a veces abrumador de tu hijo, lo primero que debes hacer es revisar si algo le incomoda, si necesitas cambiar su pañal, si tiene hambre o es momento de ir a descansar. Una vez que hayas atendido a tu pequeño utiliza como herramienta de apoyo el ruido blanco. Prueba con diferentes sonidos e identifica cuál es más afectivo con tu hijo.