Si algo deben hacer las películas infantiles es transmitir una emoción y hacer que el público en general, no solo los niños, se sientan identificados, si no también los papás y mamás que los acompañan mientras la ven y Red de Disney hace muy bien eso.
La semana pasada viví tres eventos que, aparentemente, no estaban relacionados el uno con el otro. Sin embargo, por arte de magia, todo se fue conectando de una manera que no imaginé. El domingo por la mañana, y a petición de mi hija menor (4 años), vimos la nueva película de Disney Pixar Red. Cuando vi el tráiler me dio la impresión de ser la historia de una niña que “por una maldición” se convertía en un gran panda rojo, pero no fue así.
De qué se trata Red de Disney
La película nos cuenta la historia de una niña llamada Mei, de ascendencia chino-canadiense, la cual hasta sus 13 años era una niña devota a su familia, que se dedicaba a honrar cada una de sus tradiciones, aún si eso le representaba sacrificar algunas cosas que le gustaban.
Todo eso cambia cuando comienza a notar cambios de un día para otro: un enamoramiento y su obsesión por la boy band del momento. ¿Te suena familiar? Pues directa e indirectamente esta película nos está haciendo una clara referencia a la llegada de la menstruación y todos los cambios físicos y emocionales que llegan con la tan temida pubertad.
Casualmente, un día antes de ver esta película y a la gran insistencia de mi hija de 12 años, la llevamos a la transmisión del concierto de su grupo favorito, la banda de K-Pop más popular: BTS.
Ese día pude presenciar a mi hija, y a otras muchas niñas, emocionarse viendo en una pantalla grande, gritando como si los 7 integrantes pudieran escucharlas, echando piropos a su favorito y emocionarse hasta las lágrimas con las canciones que más les gustaban.
Red de Disney nos muestra claramente cómo, algunas veces, las mamás y papás “batallamos” para comprender las obsesiones que tienen nuestros adolescentes. Cómo llevan sus emociones por sus amigos, la familia y sus gustos, por más diferentes que sean a los nuestros.
Debo admitir que me pareció curiosa la actitud de las niñas en el cine y hasta me dio un poco de risa. Después recordé que, unos días antes, pude ver a mi actor favorito en persona en un evento, y lo único que pude hacer, a mis 32 años, fue gritar y mantenerme “embobada” con este personaje.
Un espejeo entre madres e hijas
Esta película en especial también nos muestra cómo entender mejor a nuestros padres, los demonios y frustraciones que han acumulado durante toda la vida en su afán de protegernos, y en esa pelea que tienen para que nuestros no tuviéramos que luchar las mismas batallas que ellas.
Aquella adolescente que vi llorando por un concierto en el cine de su grupo favorito se refleja directamente en la señora que tuvo la oportunidad de conocer a su actor favorito, verlo a menos de un metro y emocionarse al nivel de una niña de 12 años.
La menstruación y las emociones, de todo tipo, siempre es un tema “complicado” para una mamá, para la adolescente en cuestión y para el entorno en general. Hablar con tus hijas, los cambios y sus gustos y, sobre todo, tratar de entenderlos, sin importar qué tan diferentes sean a los tuyos, es la solución para trabajar esa confianza y mantenerla sana. ¿Ya viste ‘Red’?
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