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Dicen que en las malas, uno conoce a los verdaderos amigos… y la maternidad no es la excepción. Por qué las amigas que se quedan en tu vida tendrán un papel fundamental en esta etapa.

Cuando somos jóvenes nos prometemos a nosotros mismos que la vida no va a cambiar mucho, aún cuando tengamos familia e hijos. Decimos que tendremos una vida en la que estaremos pendiente de todos nuestros amigos y haciendo cosas con ellos. Sin embargo, la realidad es otra. 

Poco a poco, nos vamos dando cuenta que los tiempos de una familia con hijos son mucho más complicados de lo que imaginamos y es ahí cuando comenzamos a perder amigos en el camino.

¿Por qué algunas amigas se van?

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Es natural que todos creemos caminos para diferentes lados. Cuando me convertí en mamá, recibía llamadas de todas mis amigas preguntando por cómo estaba mi bebé y que cuándo podían ir a verlo. Esto duró un tiempo, pero conforme mis hijas crecían, tanto mis amigas como yo nos dimos cuenta de lo difícil que era coordinarnos para hacer algunas cosas. Ya no había tiempo para ir a comer, para salir a bailar o para tomar un café. 

Todas estas cosas hicieron que, poco a poco, las amigas se fueran. Solo unas cuantas se quedaron aquí, apoyándome en cada paso. Ahí fue que me di cuenta del papel que juegan. 

Las que se quedan son para siempre

Y sí, creo que las amigas juegan un papel fundamental para la etapa de la maternidad, incluso las que no son mamás, muchas veces nos entienden de maneras que no creíamos posibles.

En una entrevista del medio Verne, la psicóloga Ana Sánchez, del centro de psicología centrado en la atención a mujeres Psicología en Femenino, está de acuerdo en que, si bien la maternidad de una amiga es un reto cuando la otra amiga no es madre a la hora de encajar actividades y tiempo en común, “si esas dos mujeres quieren, se acompañarán en sus diferentes procesos vitales”.

Hoy se que esas amigas que se quedaron a pesar de los “no puedo salir” que iban a mi casa a pesar de los juguetes tirados o los llantos de bebé, esas amigas a las que hoy mis hijas llaman tía, sé que son las que se van a quedar para toda la vida.