Si acabas de ser mamá/papá o estás a punto de serlo, queremos guiarte sobre un tema de gran interés, la estimulación sensorial. 

Los primeros 7 años de vida de un niño son importantes para el desarrollo de su inteligencia, personalidad y comportamiento social. Quizá pienses que 7 años es mucho tiempo o el suficiente, pero no es así. Por eso como mamá o papá es necesario que asumas tu rol para brindarle las herramientas necesarias a tu hijo que lo ayuden a aprender. 

¿Qué es la estimulación sensorial?

Es la necesidad de potenciar las capacidades de un niño en los primeros años o meses de vida a través de ejercicios y actividades. De acuerdo con la Universidad Internacional de Valencia, la estimulación tiene bases científicas y estudios neurológicos que demuestran que es posible potenciar al máximo las diferentes capacidades físicas y psíquicas del niño para, de esta forma, facilitarle su futuro desarrollo y aprendizaje. 

“Aunque la configuración física del cerebro viene determinada biológicamente y se desarrolla en las etapas prenatales, las conexiones neuronales dentro del encéfalo, determinantes del desarrollo posterior, son producto de la relación del niño/a con su entorno (humano y material) preparándose así el desarrollo de las funciones intelectuales, emocionales, físico inmunológica y sociales más significativas”, explica la 

UNICEF en la publicación “Guía para la elaboración de planes de estimulación para la promoción del desarrollo infantil de niños y niñas de 1 a 6 años y 11 meses”.

Esta misma investigación hace hincapié en el desarrollo del cerebro en los primeros años ya que es el órgano principal pues es quien controla las funciones básicas del cuerpo. A los tres años es la edad promedio en la que un niño ha aprendido a hablar, comunicarse y pensar, por lo que a esta edad el 80% del cerebro humano ya se ha desarrollado. 

¿Cómo llevar a cabo la estimulación sensorial?

A veces creemos que al hablar de estimulación temprana o estimulación sensorial tiene que ver con actividades complicadas que únicamente se pueden realizar con el apoyo y guía de un especialista en el tema pero no.

La actividades que comúnmente realizamos con los niños, desde hablarles, hacer sonidos para llamar su atención, mover las manos frente a ellos, usar juguetes o muñecos con diferentes texturas, y un sin fin de actividades más, es lo que ayuda a estimularlos. La diferencia radica en que al establecerse rutinas de ejercicios y juegos día con día, los resultados serán mayores en tu bebé.

Los NO de la estimulación 

  • No lo presiones. Aunque las actividades para estimular a tu pequeño lo ayudan y fortalecen, es importante que también comprendas que cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje. Ten paciencia y por ningún motivo lo compares con otros niños de su edad.
  • No lo sobreestimules. No necesitas hacer todas las actividades o utilizar todos los juguetes que te recomienden para creer que estimulas a tu bebé de manera correcta. Permite que tu instinto te guié y elige aquellas cosas que has notado a tu hijo le gustan y lo hacen sentir feliz. Basta con dedicarle unos minutos al día a estas actividades.
  • No lo obligues. Si tu bebé llora, tiene sueño, se siente incómodo o no logras captar su atención con ciertas actividades o juguetes, tranquila. Vuelve a intentarlo en otro momento del día, lo importante es no forzarlo ni presionarlo. El objetivo de estas actividades es estimularlo a través del juego y la diversión.

Sigue informándote sobre el tema. Ahora que tenemos muchas maneras de aprender, ¡aprovéchalas!