La agitación por amamantamiento ocurre cuando una mujer que da pecho a su hijo se enfrenta a sentimientos contradictorios. Por un lado rechazo, y por otro, tiene el deseo de continuar lactando.

De acuerdo con la National Center for Biothecnology Information, la agitación por amamantamiento durante la lactancia materna se conoce anecdóticamente en algunas mujeres que pasan por esta etapa, ya sea durante el embarazo o cuando alimentan a su bebé recién nacido, pero aún es poco investigada.

¿Cómo saber si sufres de agitación por amamantamiento?

Pon mucha atención, pues si ya superaste la etapa de la lactancia inicial, aquí te van algunos síntomas de que podrías padecer agitación por amamantamiento:

  • Sientes intenso malestar emocional, principalmente un fuerte sentimiento de rechazo hacia tu hijo.
  • Sientes la urgencia de que tu hijo termine de comer, tanto que comienzas a ser impaciente.
  • El dolor físico se hace presente debido a los cambios hormonales o bien cuando tu hijo al crecer clava sus dientes en tu pezón.
  • De un momento a otro ya no disfrutas dar pecho a tu hijo e incluso necesitas que te quiten a tu bebé de inmediato.  
  • Además del rechazo, las mujeres también pueden llegar a sentir ira, rabia, malestar, agitación, resentimiento o culpa.

Este sentimiento de rechazo puede surgir de un día para otro, incluso en lactancias que ya están bien establecidas con niños mayores. 

La agitación por amamantamiento da pie a que las mamás decidan no darle pecho a sus hijos por un par de días o semanas, aunque también muchas otras deciden retirarle la leche materna por completo.

¿Cuándo se presenta la agitación por amamantamiento?

Aunque poco se sabe de esta etapa en la vida de las mujeres que ya son madres, día a día son más quienes manifiestan haber sentido cierto rechazo a su hijo mientras brindaban pecho. 

Si bien no se ha especificado una etapa donde se pueda desarrollar la agitación por amamantamiento se ha recabado la siguiente información que explicaría cuándo es común sentir rechazo hacia tu bebé.

  1. Cuando estás esperando un nuevo bebé, (alrededor del sexto mes de gestación), y aún sigues amamantando a tu hijo mayor. Las hormonas (en especial la oxitocina) provoca la necesidad de que te enfoques en tu retoño más pequeño, que es el que aún está en tu vientre.
  2. Durante la lactancia tándem.
  3. Durante tu periodo menstrual o de ovulación.

Alba Padró Arocas, asesora de lactancia, explica que la agitación por amamantamiento es esa “necesidad urgente de que termine la toma o que se aleje de nosotras unido a un deseo irracional de que se hagan mayores, de que crezcan y sean más autónomos”.

Si tú has tenido sentimientos así no te sientas culpable. La Leche League GB, una organización británica que apoya a mujeres durante la lactancia, brinda un pequeño pero gran mensaje: “Es importante recordar que la lactancia materna es bidireccional: es una relación entre tú y tu hijo. Si hay una parte de ella que no funciona, está bien cambiarla”.

Si no has pasado por este episodio, muy difícilmente podrás comprender lo que les ocurre a las mujeres que viven la agitación por amamantamiento así que te pedimos ser paciente, tolerante y no juzgar a quienes están atravesando por esto.