No te vamos a mentir, el cuerpo después del embarazo cambia y mucho, pero lo hará para bien. Y sí, te vas a sentir presionada al querer recuperar tu cuerpo y te encontrarás con miles de historias: que si bajaron de peso con la lactancia, que si subieron de talla, que si las estrías fueron muchas o no, etcétera. 

En Mamás en pausa, el podcast de Aserrín Aserrán, tuvimos la fortuna de entrevistar a la psiconutrióloga Lupita Rozada para hablar de lo importante que es dejar de pensar que estamos en una competencia posparto para perder peso y recuperar el cuerpo que teníamos antes de ser mamás, porque lo cierto es que no vuelve a ser el mismo, es mejor. 

“Vivimos con la idea de que todas vamos a poder recuperar nuestra talla. En lugar de seguir pensando que vamos a tener nuestro mismo cuerpo, debemos transformar la cultura y la manera de apoyarnos, decir: ahora tengo un cuerpo diferente, seamos mamás o no, porque nuestro cuerpo siempre está cambiando”, explica la psiconutrióloga. 

“La idea mágica de que vamos a tener el cuerpo de Jane Fonda a sus 70 años es ridículo. Y nos pone una presión que nos hace sentir miserables tratando de controlar lo que comemos, tratando de hacer todo tipo de cosas a nuestro cuerpo, que lo agrede, y que finalmente estamos peleando contra mecanismos biológicos de miles de años de evolución: nuestro cuerpo ya cambió, somos mamás”, agregó. 

La primera semana después del parto, sea vaginal o cesárea, para la mayoría es muy complicada. Verte al espejo cuesta, no te reconoces, pero si le agregas tu obsesión por perder peso y ser la misma de antes, sólo hará más pesado estos días. 

La psiconutrióloga hace especial invitación a ir despacio en la recuperación de tu cuerpo, ir despacio en aprender a conocer a tu bebé. Piensa que si a tu cuerpo le tomó 9 meses crear a tu sano y hermoso bebé, también te llevará tiempo conocer y adaptarte a tu nuevo cuerpo, Y ESTÁ BIEN. 

No hay manera que vuelvas a tener el cuerpo que tenías, algo se transforma en ti. Por qué no mejor lo aprecias y dices, soy una maravilla. He creado vida, comparte Rozada. El concepto de belleza debe cambiar. La belleza es aceptar tu cuerpo, amarlo, obvio cuidarlo, pero en esencia amarlo.

Cuidado con las dietas inmediatamente después de dar a luz 

Rozada hace énfasis en evitar seguir dietas o consejos caseros de nuestras amigas o familia para bajar de peso luego de haber dado a luz. Lo ideal es acudir con un experto en el tema.

“Recurrimos a cosas que ni estamos seguras que sean buenas. No te sometas a cualquier  dieta después del parto porque tu cuerpo ha perdido calcio y muchos nutrientes importantes”, comentó nuestra especialista. 

Tu forma de comer ahora que eres mamá

Ahora que eres mamá, evidentemente todo cambia, en primera comes más rápido pues tu prioridad se vuelven tus hijos. 

Al comer rápido puedes no absorber bien los nutrientes y generarte estreñimiento pues no haces una buena digestión, y aunque tus hijos son importantes, tienes que ingeniártelas para comer un poco más tranquila y ganar 5 minutos más. 

Come de manera intuitiva

Come de manera intuitiva y atenta, es decir, atendiendo tus señales físicas de hambre, dejando de comer cuando no tienes hambre, descansando lo suficiente y moviendo el cuerpo. 

De esa manera tu cuerpo va encontrando su lugar, va a estar en el peso que necesita estar. Más allá de recuperar tu cuerpo piensa en el peso en el que genéticamente estás más sana. 

“Cuando comes de manera intuitiva tu cuerpo se asienta en un peso y deja de estar sube y baja, y ese es el peso en el que está mejor. No sé qué peso es para cada quien, y de hecho ese peso cambia con el tiempo. Más allá de atender el tamaño del cuerpo o lo que diga la báscula, enfócate más en los comportamientos, es decir, cómo hacerle para comer más variado, más lento, disfrutando la comida,”, agrega Lupita Rozada.

Entre mejor sientes tu cuerpo, estás de mejor ánimo y eso va a influir en tu bebé

Revisa estos tips generales que nuestra especialista nos compartió para amar más tu cuerpo, no importa si acabas de ser mamá o ya llevas varios años disfrutando de tu rol. 

1. Toma agua

2. Busca la manera de comer en tiempo y forma (sí es posible), sino siempre vas a tener hambre y vas a querer comer todo cuanto se te ponga enfrente.

3. Al cuidarte y ponerte como prioridad tu hijo va a aprenderlo porque te verá haciéndolo

4. Si comes más verduras y de manera saludable, tu hijo va a aprender este hábito porque te verá haciéndolo

5. Si tu amas tu cuerpo y no te hablas mal, tu hijo aprenderá también a aceptarse porque te verá amándote

6. No comas tu porción y la que ellos dejan

7. Cambia de enfoque, haz ejercicio por mover tu cuerpo, estirarlo, ponerlo en movimiento, por darle lo que necesita, porque se siente bien, no sólo por quemar calorías. 

8. Además, siempre lleva algo de comer contigo si sabes que siempre mueres de hambre a una hora en concreto y no estás en casa. De la misma manera que cuidas a tus hijos, cuídate a ti. 
Si te interesa consultar a nuestra psiconutrióloga, escribe al mail lupita@alimentacionplena.com o visita su sitio web alimentacionplena.com.