Aserrín Aserrán

Tu mascota es como un bebé, juegas con él, lo cuidas, te aseguras de que esté bien y se sienta amado, hasta duermes con él. Pero, ¿qué ocurre ante la llegada de tu bebé humano?

Al nacer tu bebé, lógicamente estarás pendiente de todas sus necesidades y estarás más cansada que de costumbre (pero que eso no sea excusa para descuidar a tu mascota) y tu amigo peludo podría ponerse celoso. Por eso, es importante no cambiar drásticamente su rutina o ir adaptándola unos meses antes para que no relacione este cambio con el bebé.

1. Empieza a introducirlo a los nuevos olores y sonidos que habrá en casa, especialmente el del llanto, para que no se asuste y lo reconozca cuando lo escuche.
2. Una vez que el bebé llegue a casa, puedes presentarlos de una manera tranquila, estando atentos a cualquier señal de agresividad o tensión. Ayuda mucho darle cariño al perro para que se sienta seguro y sepa que no será desplazado. A partir de ahí, la amistad entre ellos dos está asegurada.
3. Antes se creía que los bebés y los animales no podían estar juntos ya que podían generarles alergias. Ahora sabemos que ocurre todo lo contrario. Los niños que conviven con animales desde pequeños generan más anticuerpos y es menos probable que desarrollen alergias. Claro que puede haber excepciones, por eso siempre es mejor consultar con tu pediatra.
4. Otro punto a tener en cuenta es que debemos tener a nuestro perro con todas sus vacunas al día y libre de parásitos, ya que el bebé casi no tiene defensas cuando llega, además que mientras van creciendo, los niños se meten todo a la boca y no queremos que se contagie de algo por descuido.

Ventajas de crecer con un perro

Crecer con un perro es una de las cosas más maravillosas de la vida. Los perros son animales nobles, leales y protectores. No solo significan un beneficio para la salud física disminuyendo el riesgo de alergias, sino también para la salud mental.

Tu perro puede convertirse en el mejor amigo de tu pequeño, brindándole compañía constante y siendo un gran compañero de juegos. Incluso, a aquellos niños que les cuesta socializar con otras personas, tener un perro les ayuda mucho a no estar solos y tener con quién jugar. 

Todos sabemos que los perros son guardianes por naturaleza. Así que no dudes que tu perro se convertirá en el protector de tu bebé. Como son tan perceptivos, puede que se dé cuenta antes que tú si algo anda mal. Estará alerta ante cualquier situación de peligro y hasta será capaz de arriesgar la vida por proteger a tu bebé como si se tratara de su propia cría.

Al crecer con un perro, tu hijo aprenderá sobre lealtad y fidelidad, pero también aprenderá a ser responsables y a tener disciplina, ya que entiende que un perro es un ser vivo que necesita cuidados, que debe tener un horario para sus paseos y su comida, que no sólo se trata de juegos sino también de responsabilidad y que la relación es recíproca.

Pero sobre todo, si tu bebé crece con un perro, aprenderá lo que es el amor incondicional, un amor que solo saben brindarnos las mascotas. Por todo esto, las ventajas de tener un perro o un animal de compañía en casa cuando llegue nuestro bebé son enormes y definitivamente debe ser algo a considerar.