Mamás que trabajan y la culpa que sienten

Sea cual sea la razón que te haya motivado a seguir trabajando, la mayoría de las  mamás que lo hace vive con culpa de tener que dejar a sus hijos bajo el cuidado de alguien más. Así puedes salir bien librada de eso.

Pueden existir diferentes razones por las que hayas decidido continuar trabajando luego de tener hijos, ya sea por satisfacción profesional, por tu situación económica (los sueldos de tu pareja y tú son necesarios) o por necesidad (en caso de que seas madre soltera). 

Para que te des una idea, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) estimó que en el primer trimestre de 2019, 7.4 millones de madres de 15 a 49 años, son trabajadoras subordinadas y remuneradas, por lo que muchísimas mujeres al igual que tú sienten culpa al dejar a sus hijos para continuar empleándose. 

Mamás que trabajan, ¿de dónde surge la culpa?

Culturalmente, se le exigen muchas cosas a las mujeres dentro de su rol de madre: cuidar, atender, amar y guiar a sus hijos, organizar la casa de pies a cabeza, cuidar su relación de pareja, mantener su trabajo y continuar cuidando su cuerpo, mente y espíritu. Al no cumplir con alguno de los estándares establecidos, las mamás que trabajan tienden a sentir culpa por no estar haciendo lo que “deberían”. Y este sentimiento se potencializa cuando se trata del cuidado de sus hijos, porque atender uno implica una sensación de estar abandonando al otro, y no uno cualquiera, sino a los peques.

¿Cómo lidiar con la culpa?

  1. Enfócate en tu presente

Es decir, si estás en el trabajo dedícate a resolver todo lo que tu entorno profesional te pida. Y si estás en casa, entrega toda tu atención a tus hijos. No pretendas estar en ambos lados al mismo tiempo, de lo contrario siempre te sentirás abrumada.

  1. Pide ayuda y organízate 

Ya sé que vas a pensar que es imposible, pero necesitas pedir ayuda. Sabemos de las capacidades que como mujer tenemos, sin embargo eso hace que abarquemos más de lo que deberíamos, generándonos un desgaste mayor, así que decide qué tareas pueden hacer tus hijos (de acuerdo a su edad), cuáles debe hacer tu pareja y qué otras pueden pagar para que se lleven a cabo. 

  1. Escucha a tu culpa

Es decir, si varias veces has pensado “no he pasado tiempo con mis hijos”, es porque en efecto, eso ha estado ocurriendo, por lo que en lugar de seguir sintiéndote culpable, ponte en acción y organiza mejor tu día para llegar a cenar y jugar con ellos. 

  1. Planea actividades con tus hijos

Decide qué días a la semana vas a dedicar al 100% a tus hijos. Lo importante es que el tiempo que destines sea de calidad, donde ellos te sientan presentes, por lo que olvídate de estar respondiendo mails mientras salen a cenar o resolver pendientes de la casa mientras juegan el fin de semana. 

  1. Platica sobre la importancia de tu trabajo

Quizá tus hijos sean muy pequeños ahora, sin embargo conforme vayan creciendo y tomando consciencia, comparte con ellos lo importante que es tu trabajo, no sólo por el aspecto económico, sino porque tú has podido desarrollarte profesionalmente.