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 Todos hemos visto padres que, para bien o para mal, respetan las decisiones de sus hijos, pero ¿qué tan conveniente es hacerlo, hasta dónde y desde qué edad?

 

 

¿Cuántos adultos conoces incapaces de tomar una decisión? El no saber cómo enfrentar riesgos y asumir las consecuencias de sus actos, provoca muchos problemas en ellos mismos y su entorno. Para evitar que tus niños crezcan así, enséñales a decidir desde pequeños.

Es común que, al ver a los peques tan chiquitos y desprotegidos, los adultos tendamos a decidir todo por ellos, olvidando que al actuar de esta manera les hacemos daño, pues los privamos de la oportunidad de aprender a ser responsables. Esto son los beneficios de aprender a decidir

¿Qué puede decidir y qué no?

Conforme el niño va creciendo, podemos incrementar las oportunidades en las que le permitimos seleccionar lo que desea. Obviamente hay temas en los cuales debemos hacer uso de nuestro criterio; si se trata de salud, como el tomar un medicamento, no podemos dejar la decisión en manos del niño.

Incluso, hay temas más controversiales, como la religión o asuntos de género, en los cuales al ser su autoridad inmediata puedes imponer tu voluntad, pero recuerda siempre explicar tus razones. No permitas que tu hijo aprenda que su opinión no importa, ya que crecerá permitiendo que los demás siempre elijan por él.

Si tu familia es muy autoritaria puedes equilibrar su educación, permitiendo que en situaciones más simples para ti, tu peque si se pueda involucrar en la toma de decisiones.

– La ropa que se quiere poner

– El regalo que le quiere dar a un amiguito por su cumpleaños

– Los amigos con los que prefiere jugar

– La temática de su fiesta de cumpleaños (colores, personaje, sabor de pastel)

– Un día a la semana escoger su lunch para el recreo

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¿Cómo lo oriento?

Ahora que tenemos más claro hasta qué punto debemos permitir que los hijos tomen decisiones, es momento de acompañarlo en el proceso.

-Exponle claramente las opciones que tiene

-Analicen las ventajas y desventajas de cada opción

-Aliéntalo a tomar una decisión y respétala

-Deja que asuma las consecuencias de su decisión, ya sean buenas o malas

Poco a poco el niño, se conocerá mejor, lo cual aumentará la confianza en sí mismo. Recuerda que si quieres que tu niño sea un adulto responsable, tú puedes ayudarlo desde ahora permitiéndole tomar sus propias decisiones.