Desde que nos enteramos que íbamos a convertirnos en mamás nos informamos de todo: parto, síntomas, cuidados del recién nacido, posparto, baby blues, depresión posparto, pero jamás nos informamos sobre la ira de mamá.
La ira de mamá es algo real, no son sólo enojos aislados que dependen del momento o del carácter de una persona. Sin embargo es un tema del que poco se habla porque incomoda, ya que la maternidad debe ser algo que nos llena de felicidad y amor, y por ende no hay espacio para sentimientos negativos.
Lamentablemente la ira de mamá o la “rabia de mamá” es algo que muchas hemos experimentado. No se trata de un síntoma exclusivo del posparto, más bien es una emoción que toda mamá puede vivir si no cuenta con el apoyo real de su pareja, no libera sus emociones constantemente, se aísla del mundo (amigos), y tampoco tiene tiempo para sí misma.
La ira materna es un síntoma de ansiedad, algo que toda madre vive (en mayor o menor medida), resultado de la constante preocupación por sus hijos, si se enferman, si algo les pasa, además de sentir duda sobre si están siendo buenas madres.
También, el miedo que sentimos puede transformarse en ansiedad o ira, y esto puede verse claramente manifestado cuando tu hijo hace algún berrinche, pues genera frustración, o bien, cuando tarda más en desayunar, ya que su tardanza va a afectar el tiempo de llegada a la escuela y por ende a tu trabajo. Lo cual genera estrés.
Falta de apoyo genera la ira de mamá
La ira de mamá aumentó debido a la pandemia ya que a raíz de esto presionamos aún más a las mamás para que estuvieran ejerciendo el rol de maestras, amás de casa y profesionistas, 24 horas al día, 7 días a la semana, sin descanso ni apoyo real, justo y equitativo por parte de sus parejas. ¿Qué mamá no sentiría ira con toda esta carga de trabajo y agotamiento?
¿Qué hacer?
De acuerdo con Motherly, lo más recomendable es no ignorar ni fingir que no estamos llenas de enojo, frustración e ira.
Apropiarse de tus propias emociones es la clave para procesar la ira de una manera saludable, cuando te sientas enojada di: “me siento enojada y necesito calmarme”, explica Rebecca Eanes, autora de Positive Parenting.
Es necesario expresar nuestro enojo con otras mujeres sin sentirnos enjuiciadas, además de sentirte con la libertad de pedir y conseguir ayuda profesional.
La consejera clínica de salud mental Margaret Sky dice, “permitir que nuestras emociones sean lo que son tiene un efecto secundario maravilloso; empezamos a darnos cuenta de que nuestras emociones no son tan aterradoras como antes parecían, y que no tienen que llevarse el espectáculo. A menudo, nuestras emociones no deseadas pierden poder y fuerza cuando no las negamos o las alimentamos, simplemente observémoslas sin juzgar. En lugar de hacer a un lado la ira o ponerla debajo de la alfombra, permite que sea lo que es y luego actúa para curarla”.
La ira de mamá es algo real y muchas veces es generada por una emoción previa, ya sea soledad, cansancio, frustración, miedo, ansiedad.
Es importante que reconozcas estas emociones y te decidas a trabajar en ellas con ayuda de un profesional en psicología o terapia alterna, de esa manera podrás recuperar tu equilibrio emocional.