Niños jugando

Como papá de un niño o niña menor de 12 años, es importante que conozcas los dolores de crecimiento que podría presentar de vez en cuando.

De acuerdo con Mayo Clinic, no hay evidencia de que crecer duela, sin embargo sí se manifiestan una serie de síntomas en niños de edad preescolar y escolar conocidos como dolores de crecimiento. 

Los dolores de crecimiento se sienten como punzadas en ambas piernas, particularmente en la parte trasera de las rodillas, pantorrillas y en la parte delantera de los muslos.

Los dolores de crecimiento no se presentan con regularidad y es usual que hagan su aparición durante el transcurso de la tarde y noche; si bien el malestar es moderado, en casos puede ocasionar que un niño despierte a mitad de la noche a causa de la incomodidad.

Síntomas de los dolores de crecimiento

  • Los dolores de crecimiento generan una sensación de palpitación o dolor en las rodillas, pantorrilas y/o muslos.
  • Generalmente el dolor se presenta en ambas piernas. 
  • Además de las zonas antes mencionadas, algunos niños pueden sufrir de dolor de cabeza o abdominal.
  • El dolor no se presenta todos los días, es esporádico.
  • Los dolores de crecimiento se manifiestan durante la tarde-noche y finalizan por la mañana. En algunos casos la incomodidad puede ser poco tolerable que suele despertar a un niño a mitad de la noche. 
  • La edad promedio para sufrir dolores de crecimiento es de los 3 a 5 años y posteriormente entre los 8 y 12 años, de acuerdo con la American Academy of Pediatrics.
  • Es muy importante que comprendas que estas molestias son dolores musculares pero no se deben a la inflamación de las articulaciones. 

¿Qué provoca los dolores?

De acuerdo con especialistas, la causa más probable de los dolores de crecimiento es el dolor muscular generado por el uso excesivo de las piernas ya que durante la edad preescolar y escolar los niños tienden a correr, brincar, caminar y saltar la mayor parte del día.  

Qué hacer ante los dolores de crecimiento en tu hijo

  • Guarda la calma y tenle mucha paciencia. Es muy recomendable que le des un masaje suave y delicado en la zona afectada. 
  • Colócale una compresa caliente en el área que siente dolor.
  • Ayúdalo a hacer estiramientos de forma suave.

¿Cuándo acudir con el doctor?

  • En caso de que el dolor sea crónico. 
  • Si el dolor ocasiona que tu hijo no pueda realizar sus actividades diarias.
  • Si la zona con dolor presenta enrojecimiento o sarpullido.
  • Si el dolor está asociado a una lesión en específico.
  • Si tu hijo presenta fiebre.
  • Si comienza a cojear, tiene dificultad para caminar o muestra debilidad en las piernas. 

 ¿Recuerdas haber tenido este tipo de malestares cuando fuiste niño? Si es así, seguramente sabes lo que tu hijo puede sentir así que ante tal situación no olvides cuidarlo con amor y empatía.