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Atrás quedaron los días (o bueno, eso esperamos) en los que los niños eran educados para ser un macho más. Actualmente, es posible criar hijos feministas para que las mujeres tengan una vida plena y sin violencia. ¿Sabes cómo?

Muchas veces, se habla del feminismo como un movimiento que existe para defender a las mujeres, pero es mucho más que eso, el feminismo es un estilo de vida que busca que las cosas entre mujeres y hombres sean parejas y equitativas (llámese acceso a los recursos, educación o hasta nuestros propios cuerpos). Muchos de esos valores comienzan en casa y sí es posible criar hijos feministas, pero ¿por qué es necesario hacerlo? 

En primer lugar, para dar carpetazo a las sociedades machistas en la que crecimos la mayoría de nosotras. Si bien no existe una manera única y perfecta de  criar a los hijos, lo que sí podemos hacer es darles buenos valores para que los que hoy son nuestros hijos, no se conviertan en los victimarios de mujeres en un futuro. La crianza feminista nos habla de la igualdad de género, el respeto y el amor. 

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¿Por qué es importante?

Comenzar con una generación de niños feministas puede impactar de muchas maneras el futuro. Algunas factores que se verán modificados son:

  • Igualdad de género
  • Igualdad de oportunidades
  • Respeto
  • Amor
  • Estereotipos

Todas estas cosas parecen muy sencillas, pero en varias generaciones aún están lejos de ser algo común, por eso las nuevas deben aprenderlo.

¿Cómo criar hijos feministas?

En un artículo de The New York Times, la periodista Claire Cain Miller le preguntó a neurocientíficos, economistas, psicólogos y otros especialistas cómo hacerlo, y aquí te algunos puntos que descubrió:

  • Permite y aliéntalo a que exprese sus sentimientos, sobre todo el llanto, pues hará que normalice el hecho de sentirse vulnerable y asumirá que en él convergen un montón de emociones, y que todas son normales.
  • Proporciónale modelos femeninos y masculinos a seguir. Qué mejor manera que predicar con el ejemplo. Los niños son súper receptivos cuando pasan tiempo con personas que se convierten en modelos a seguir. Habla sobre los logros de mujeres que conoces o de famosas en los deportes, la política o los medios de comunicación, eso lo invitará a ver a otras mujeres de la misma manera.
  • Déjalo ser él mismo. Los estereotipos han encasillado casi todo lo que nos rodea. Piénsalo, “las muñecas o el color rosa son para niñas” mientras que “los balones y el azul de niños”. Los neurocientíficos han comprobado que los niños no nacen con esas preferencias y que para su desarrollo es importante que sigan sus intereses, ya sean tradicionales o no. Puedes ser clara con los estereotipos; por ejemplo: “qué mal que en la caja de ese juguete solo haya fotos de niñas, porque yo sé que a los niños también les gusta jugar con casitas de muñecas”.
  • Enséñale a hacerse cargo de sí mismo y a ser igual de competente en las labores de casa (cocinar, limpiar, lavar su ropa) que sus pares femeninas.
  • Enséñale a cuidar de otros. Anímalo a cuidar a las mascotas y hermanos menores (ojo, cuidar no es lo mismo que hacerse cargo o responsable, esa es una tarea por completo de los adultos). Pídele ayuda para hacerle sopa a un amigo enfermo o para visitar a un pariente hospitalizado. 
  • Inviertan los papeles en casa. A veces, los roles de género se sustentan en actividades inocentes que no nos damos cuenta: a mamá siempre le toca cocinar o los quehaceres domésticos y al papá ir al s´úper, a trabajar o cortar el pasto. De vez en cuando intercambien estas actividades, así aprenderá que le tocar´á hacer de todo.
  • Aliéntalo a que tenga amigas. Un estudio de la Universidad Estatal de Arizona encontró que a los niños a quienes se les alienta a jugar con amigos del sexo opuesto aprenden a comunicarse y solucionar problemas de mejor manera. En las fiestas, organiza juegos de deportes mixtos , para que no crean que es aceptable excluir a un grupo con base en el género.
  • Enséñales de respeto y del mutuo acuerdo, en especial a que NO ES NO y a hacerse consciente cuando una situación está mal; por ejemplo, el bullying.
  • Nunca uses la palabra ‘Niña’ como insulto.
  • Léele mucho, en especial historias sobre mujeres y niñas
  • Enséñale habilidades como la cooperación, la empatía y la diligencia, que durante mucho tiempo se consideraron femeninas.

Eliminando algunos hábitos que todos tenemos es suficiente para comenzar a tener hijos feministas. Nos quedamos con una cita de la autora que creemos que resume lo que buscamos: “los papeles para las mujeres no pueden expandirse si no lo hacen también los de los hombres.”