¿Es normal sentir culpa de ser mamá?

La llegada de un bebé nos cambia la vida, desde las cosas que hacemos, hasta cómo nos sentimos. Entre la alegría y el miedo, puede asomarse la emoción, pero un sentimiento que nos sorprende es la culpa.

La maternidad trae consigo muchas cosas muy especiales y bonitas. Sentimos emoción, amor, incertidumbre, miedo, hambre y muchas cosas más, sin embargo, como la vida en general, la maternidad no viene con una guía que nos vaya indicando cómo tenemos que actuar ante cada situación, es por eso que cuando llegan sentimientos que no están en los manuales o pláticas de todos los días, no sabemos como reaccionar. Uno de ellos es la culpa y, así de fuerte como suena es más común de lo que podrías creer.

Seguramente te preguntarás ¿quién podría sentir culpa de ser mamá? Y, por más extraño que pueda parecerte, muchas mamás pueden tener este sentimiento, ¿a qué se debe que una mamá sienta culpa? 

Este sentimiento puede darse por diversas situaciones, así que vamos a dividirlo en 2 puntos muy importantes para poder entenderlo.

Culpa por la manera de ser de mis hijos 

Cuando son niños están las crisis de crecimiento, después crecen y llega la adolescencia, después crecen más y llega la incertidumbre de cuál es el paso siguiente, si en uno de estos, nuestros hijos llegan a tener mal comportamiento o algún fracaso, inmediatamente el sentimiento de culpa se apodera de la mamá. 

Esto es uno de los sentimientos más normales y difíciles de erradicar ¿cómo no sentirme culpable de la caída de mi hijo? ¿o de su rebeldía en la adolescencia?

Quisiéramos decirte que el sentimiento va a desaparecer, pero la realidad es que no. 

Culpa por dejarme de lado

Ser mamá es un trabajo de tiempo completo y, la mayoría de las mamás se ven en la necesidad de renunciar a ciertas cosas para dedicarle tiempo a sus hijos. Puede ser un trabajo, una actividad, algún pasatiempo, pero sin duda, a la larga, llega el sentimiento de culpa y de pensar que “no hice lo que quería hacer”. A diferencia del punto anterior, aquí es más fácil trabajar. Si bien es cierto que tendrás que sacrificar algunas cosas, date el tiempo para hacer eso que tanto te gusta, al final lo vas a agradecer. 

La culpa es un sentimiento poderoso y común en las mamás, aunque es algo que siempre va a estar presente, es importante que aprendas a manejarlo y entiendas que NO, no todo es tu culpa.