La incapacidad de quedar embarazada después de varios intentos puede generar angustia, tristeza y frustración que podrían afectar tu relación de pareja. Te contamos cómo afrontar este tema.
Si estás por debajo de los 35 años y llevas varios intentos durante un año o tienes más de 35 y llevas medio año en promedio tratando de quedar embarazada es momento de buscar ayuda.
Acude con tu obstetra/ginecólogo
- Recopila información con respecto a tus últimos seis periodos.
- Listado de medicamentos que consumes con regularidad (tuyos y de tu pareja) que consideres puedan interferir con la fertilidad.
- Dudas que tú y tu pareja tengan, anótalas. Tenlas a la mano para tu consulta, resuelvas dudas y puedas otorgarle al especialista un campo de visualización más óptimo de tu situación.
- No omitas ningún dato, inclusive si te resulta vergonzoso; llámese sexo doloroso, crecimiento de vello no deseado o un bajo nivel de líbido.
Realiza pruebas básicas de fertilidad
- Análisis de sangre para mujeres y de semen para hombres dependiendo de los síntomas y puntos presentados ante tu especialista.
- Es probable que tu médico realice un examen pélvico básico y prueba de papanicolaou para detectar alguna anomalía.
- Es normal sentirse nervioso, busca apoyo con amigos, familiares y, si lo consideras, hasta un terapeuta es opción, hay que reconocer que es un proceso difícil.
Comenzar un tratamiento de infertilidad
- Tratamientos que puede determinar tu especialista de confianza de acuerdo a los estudios realizados y resultados arrojados.
- Si el tratamiento van más allá de lo que tu ginecólogo pueda hacer probablemente otra vía sería acudir a una clínica de fertilidad.
Es importante que en este punto se hable en pareja acerca de lo que implica iniciar un tratamiento, tanto por los costos como el desgaste físico y mental que conlleva.
Cambia algunos hábitos
- Es importante pensar en los hábitos que se desarrollan con el tiempo que muchas veces resultan perjudiciales:
-Fumar
-Consumir alcohol
-Sobrepeso (recordar que la obesidad puede ser provocada por un desequilibrio hormonal)
-Reducir cantidad de ejercicio si se tiende a realizarlo en exceso
Lo importante es no rendirse, existen muchas opciones si un tratamiento no es viable, inclusive si se llegó a realizar alguna intervención quirúrgica y no hay resultados positivos.
Es cuestión de estirar el temple hasta sus límites para tomar decisiones con la cabeza fría. Recuerda siempre acudir a un experto.